Movimiento Obrero
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El pasado viernes 8 de octubre Adecco en Procavi despidió a Nadia García Camacho, miembro del anterior Comité de Empresa. Este despido es un caso claro más de represión sindical en Adecco (Procavi). Si despiden a Nadia es única y exclusivamente porque durante los últimos 5 años no ha cesado en su denuncia por las condiciones de sobreexplotación en Procavi.

Este despido se produce justo cuando Nadia ha perdido la cobertura legal por haber sido miembro del Comité de Empresa. No debemos olvidar que fue la empresa quien hace un año impidió al SAT presentarse a las elecciones sindicales, mediante el despido de 5 trabajadores que formaban parte de la candidatura, y fue por ese motivo por el que Nadia dejó de pertenecer al comité de empresa.

En su carta de despido se advierte que Nadia no realiza su trabajo con el mínimo de calidad. Es sorprendente que una trabajadora, que lleva 10 años realizando su trabajo de forma impecable (tanto es así que en numerosas ocasiones se le ha encargado la tarea de enseñar a nuevas compañeras), de la noche a la mañana no realice su trabajo con un mínimo de calidad, como dice la empresa.

También se dice que la compañera sale antes de tiempo de su puesto de trabajo, algo completamente falso y que la empresa jamás podrá demostrar. Sin embargo, ahí están todos los compañeros y las compañeras del turno de Nadia, que son testigos de que su compañera entra y sale en la sala de despiece al mismo tiempo que el resto de la plantilla.

No es la primera vez que la dirección de Adecco en Procavi utiliza estos métodos antiobreros. En las primeras semanas de la pandemia, se despidió a dos trabajadores, miembros del SAT, por el simple motivo de repartir una octavilla denunciando la falta de seguridad en el centro de trabajo y reclamando un plus por peligrosidad excepcional. Además de estos dos despidos, se interpuso una sanción de un mes sin empleo y sueldo a Nadia, que en ese momento era delegada de prevención de riesgos laborales, por el mismo motivo.

Ya en el mes de septiembre en pleno proceso de elecciones sindicales, la empresa despidió a dos trabajadores y no renovó los contratos laborales de tres trabajadores, todos miembros de la candidatura del SAT para dichas elecciones sindicales, impidiendo de facto la posibilidad de que el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as pudiera participar en las elecciones.

Los motivos de los despidos que alegó la empresa fueron los mismos que en los dos despidos anteriores, parece ser que trabajadores que llevan años en la empresa sin ninguna queja por parte de los encargados ni la dirección de la empresa, de repente, empiezan a hacer mal su trabajo, y que casualidad que estos trabajadores siempre son afiliados al SAT.

Ahora le ha tocado el turno a Nadia, quien también ha demostrado sobradamente durante todos los 10 años que lleva en la empresa, su valía y su profesionalidad, así como siempre ha sido un apoyo sindical y moral para cualquier compañero o compañera de Procavi.

Este último despido, y todos los anteriores, por motivos puramente sindicales, suponen una vulneración grave de derechos fundamentales. Se vulneran los derechos de los compañeros y compañeras despedidos en el último año y medio, pero además los derechos colectivos del conjunto de trabajadores y de trabajadoras de Procavi, a quienes se les trata de imponer el miedo a organizarse y a luchar por la mejora de sus condiciones laborales.

La batalla continúa en Procavi porque persiste la estafa de la bolsa de horas. Aumentan los ritmos de producción, para sacar la misma producción en menos tiempo. En lugar de pagarnos el plus por productividad, nos mandan a casa y sumamos horas a la deuda usurera de la empresa. ¡Nos penalizan por hacer nuestro trabajo en menos tiempo!

El encadenamiento de contratos temporales es generalizado, con el objetivo de privarnos de derechos y poder echarnos fácilmente cuando les interese. Si el 90% de la producción es fija, el 90% de los contratos deben ser indefinidos.

Siguen las diferencias de condiciones en las diferentes contratas, para mantener a los más de 2000 trabajadores divididos. No hay una decena de empresas, hay una sola: PROCAVI. Y todos los trabajadores que entramos y salimos cada día por la misma puerta debemos tener exactamente las mismas condiciones laborales.

No es un ataque a Nadia, no es un ataque a un sindicato. Es un ataque contra el derecho de cualquier trabajador de Adecco a defender legítimamente sus derechos laborales, a ser representante legal de los trabajadores y un ataque contra los derechos de la plantilla a elegir libremente a sus delegados/as.

Nadia está ahora fuera de la empresa por el atropello de derechos pero todos los compañeros sabemos que Nadia es la mejor compañera en los momentos más difíciles además de un apoyo inquebrantable para la lucha por todo lo que es justo. Por muchos despidos que se produzcan y por muchas medidas represivas contra quien levanta la voz, no se puede tapar la realidad que viven cientos de trabajadores, y no podrán impedir la lucha de la clase trabajadora por la mejora de sus condiciones de vida.

¡NO MÁS REPRESIÓN SINDICAL EN PROCAVI!

¡UNIDAD DE LOS TRABAJADORES DE LAS DIFERENTES CONTRATAS!

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

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