Los ecuatorianos fueron a las urnas el pasado domingo 5 de febrero, para las elecciones municipales y para votar en un referéndum de ocho preguntas convocado por el presidente banquero Guillermo Lasso. El partido de Lasso salió de las elecciones municipales completamente derrotado y el SÍ, defendido por Lasso, ha perdido en las ocho preguntas del referéndum. Las elecciones fueron un duro golpe a la oligarquía capitalista y sus representantes políticos.

Llegaron de todo el país, del sur y del norte, de la costa y de la selva, muchos aymaras y quechua, obreros, campesinos y la juventud estudiantil, todos unidos en Lima con un objetivo: derrocar a la presidenta ilegítima Dina Boluarte, que asumió el poder tras el golpe del 7 de diciembre contra Pedro Castillo.

Durante el día de hoy unos miles de seguidores de Bolsonaro asaltaron las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Superior Federal en Brasilia, la capital del país, exigiendo una intervención militar.

Esta es una semana crucial para el movimiento contra el golpe de Estado en Perú. A pesar de la brutal y continuada represión, los obreros, campesinos y estudiantes en lucha contra la presidenta ilegítima Dina Boluarte han seguido el combate. La central sindical CGTP ha convocado una huelga nacional cívica y popular para el 19 de enero y columnas de manifestantes convergen hacia la capital, Lima.

Se ha cumplido casi un mes desde el golpe al gobierno de Pedro Castillo. Un golpe orquestado por la CONFIEP, el aparato del estado burgués, el fujimorismo, las multinacionales mineras y la embajada de EE. UU. contra un presidente elegido democráticamente por el pueblo trabajador del Perú. 

Un mes después del golpe de Estado contra el presidente Castillo el 7 de diciembre, el nuevo gobierno ilegítimo de Dina Boluarte ha utilizado una brutal represión policial y militar para sofocar las protestas, dejando 48 muertos.

La montaña parió un ratón. Ayer el congreso peruano volvió a considerar la cuestión del adelanto electoral. A todas luces un sector de la clase dominante en Perú entiende que debe reformar el sistema político para tratar de aplacar la enorme ola de indignación que levantó el golpe congresual contra el presidente Castillo el 7 de diciembre.