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El ala derecha laborista en Gran Bretaña ha ganado una serie de votaciones importantes en la conferencia del partido de este año, provocando rabia e indignación entre los delegados de izquierda a causa de sus maniobras burocráticas. Sin embargo, en medio de este revuelo, las ideas del marxismo han ganado un fuerte eco.

La primera conferencia presencial después de dos años, celebrada en la ciudad de Brighton, ha sido escenario de una acalorada batalla. Se han planteado e ignorado cuestiones de orden; se han manipulado votos, y se ha interrumpido e insultado a los oradores de izquierda.

Starmer y la derecha insurgente están impulsando una contrarrevolución de cambios en la dirección para asegurar su dominio. La izquierda está librando una batalla en la retaguardia. Los partidarios de Socialist Appeal han estado en primera línea en esta guerra civil.

Matonismo político

Desconfiando de sus fuerzas sobre el terreno, el ala derecha del partido ha recurrido a escandalosas maniobras burocráticas para asegurarse la victoria.

Numerosos delegados de izquierda fueron expulsados ​​durante la semana anterior a la conferencia. Algunos recibieron la notificación de expulsión por email el viernes por la noche [vísperas del encuentro], después de haber hecho el viaje a Brighton.

Los simpatizantes de Socialist Appeal que fueron elegidos como delegados de la conferencia se han visto particularmente afectados por estas tácticas descaradas.

A otros delegados se les denegó el acceso en la puerta. De forma escandalosa, por ejemplo, la delegada electa de la agrupación local de Hexham, Kate Osborne, no pudo acceder a la conferencia debido al "delito" de apoyar a Socialist Appeal.

Otros simpatizantes de Socialist Appeal se enfrentaron a un trato aún más duro. El sábado, varios guardias de seguridad sacaron a rastras de la sala de conferencias a Jonathan Lees, delegado de la agrupación de Leeds Central.

Jonathan fue atacado por llevar una camiseta que decía "¡Fuera Starmer! ¡Luchar contra los conservadores, no contra los socialistas!"

En un intento descarado de intimidación, Jonathan fue llevado a la policía, quien procedió a quitarle su pase para la conferencia y otras pertenencias.

De manera similar, Alex Charlton, delegado de la agrupación de South West Hertfordshire, fue escoltado fuera de la sala de conferencias por personal de seguridad; expulsado por ser simpatizante del Socialist Appeal.

No son más que actos de intimidación política y policial.

Sin embargo, no quedaron sin respuesta por parte de otros delegados en la sala de conferencias.

Delegados de izquierda como Joe Attard, simpatizante de Socialist Appeal y delegado de la agrupación de Ealing Central & Acton, indignado por estas maniobras de la derecha en el primer día de la conferencia, pronunció un discurso conmovedor denunciando a Keir Starmer y David Evans por sus ataques a la democracia del partido y miembros de base.

En respuesta, Joe levantó una ovación por parte de los compañeros delegados. Y, como era de esperar, también ha sido expulsado del partido.

Otros delegados de izquierda también fueron expulsados ​​antes de ingresar al Brighton Center, o fueron escoltados fuera de la sala de conferencias.

Entre estos se encontraba, Leah Levane, vicepresidenta de Jewish Voice for Labor (JVL, Voz Judía por el Laborismo), quien fue expulsada junto con otros miembros de JVL el domingo, antes de la votación sobre los cambios en las reglas relacionadas con las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos e Igualdad (EHRC en inglés) y el antisemitismo.

Contrarrevolución

La batalla clave en el primer día de la conferencia fue la votación para ratificar a David Evans como secretario general. Esto supuso una gran victoria para el cazador de brujas en jefe y, por lo tanto, también para el ala de derecha, que obtuvo un 57% de apoyo tras el recuento de votos frente a un 43% en contra.

El domingo, después de haberse visto obligados a retirarse por los planes para reintroducir el sistema de colegios electorales, Starmer y la derecha obtuvieron una victoria significativa, aumentando el umbral de nominación para futuras elecciones a cargos directivos del 10% de firmas de parlamentarios laboristas al 20%.

Cabe destacar que esta votación fue llevada a cabo por los sindicatos derechistaa, con la mayoría de los delegados de las agrupaciones locales en contra. Lo más escandaloso es que los delegados del sindicato Unison, bajo la dirección de la burocracia de derecha del sindicato, votaron a favor de este cambio de reglas, a pesar de no tener mandato para hacerlo.

La derecha laborista también ha utilizado la conferencia de este año para limitar otros aspectos de la democracia del partido, por ejemplo, reduciendo el número de mociones que se debaten en la conferencia de 20 a 12.

Este y otros cambios en las directrices, como los relacionados con el informe de la EHRC, hicieron que la izquierda perdiera tanto entre los delegados de las agrupaciones locales como entre las organizaciones afiliadas.

Esto muestra el impacto de la manipulación y represión de la derecha sobre la democracia del partido, así como la desmoralización general entre los miembros de base, que ha debilitado significativamente a las bases de la izquierda, provocando que decenas de miles de activistas abandonen el Partido Laborista.

El movimiento del anterior presidente del partido, Jeremy Corbyn, sacudió a la derecha laborista y sus partidarios del establishment hasta la médula. Los cambios propuestos por Starmer y el objetivo de la derecha intentan evitar que ese movimiento de izquierda vuelva a resurgir.

No obstante, lo sucedido en la conferencia ha demostrado que las políticas socialistas siguen siendo increíblemente populares entre las bases del partido.

Una moción para un New Deal Verde socialista, por ejemplo, que inicialmente había sido rechazada por el Comité de Arreglos de la Conferencia, fue aprobada por abrumadora mayoría.

Durante el debate sobre esta moción, el delegado de Manchester Gorton y simpatizante de Socialist Appeal, Nick Hallsworth, destacó la necesidad de expropiar a los capitalistas, nacionalizando los bancos y las palancas clave de la economía, para abordar verdaderamente el cambio climático

Sin embargo, igual de importante, Nick vinculó esta demanda con la lucha contra el ala blairista dentro del partido, que ha saboteado y traicionado continuamente a la izquierda y, por lo tanto, ha impedido cualquier posibilidad de ver una transformación socialista en la sociedad.

Esto resalta una triste realidad, pero importante: las políticas aprobadas en la conferencia no tendrán sentido a menos que se reemplace a los actuales dirigentes de derecha.

Starmer y la derecha laborista simplemente van a ignorar cualquier reivindicación de los miembros que amenace al sistema capitalista. De hecho, su objetivo al aplastar a la izquierda es precisamente hacer del Partido Laborista un aliado para el capitalismo.

Por eso la lucha por el socialismo también debe ser una lucha para expulsar a la derecha del movimiento obrero; transformar el Partido Laborista y los sindicatos en verdaderas organizaciones de lucha para la clase trabajadora.

¿Cuáles son las verdaderas razones de nuestra expulsión?

Los acontecimientos ocurridos durante la conferencia han causado sin duda una gran rabia, indignación y desmoralización entre los activistas de izquierda. Pero en medio de esta oscuridad, el acto organizado por Socialist Appeal del sábado por la noche, durante la conferencia laborista, ofreció un faro de luz.

Alrededor de 70 delegados de la conferencia, invitados, trabajadores locales y jóvenes asistieron y escucharon la intervención de Rob Sewell sobre las tradiciones marxistas dentro del movimiento obrero y las lecciones inspiradoras que podemos extraer de las luchas pasadas.

A pesar de las purgas a los socialistas del partido, dijo Sewell, a pesar de la grave situación dentro del Partido Laborista, la derecha y la clase dominante no pueden contener la marea creciente de la lucha de clases.

En la discusión que siguió a la introducción de Rob, las contribuciones de los simpatizantes de Socialist Appeal abordaron el estado de ánimo cada vez más revolucionario entre los jóvenes; la profunda crisis del capitalismo británico, que está viviendo escasez de combustible y alimentos; y el creciente fermento en los sindicatos.

¡Únete a los marxistas!

Para finalizar la discusión, Rob recalcó que, a pesar de todos los intentos de la derecha laborista de prohibir y expulsar a Socialist Appeal, las ideas del marxismo no pueden separarse del movimiento obrero.

En su conclusión, Rob hizo un llamamiento a la lucha, invitando a los que están dentro y fuera del Partido Laborista a unirse a la lucha por el socialismo y ayudar a construir la tendencia marxista: en el movimiento obrero; en los puestos de trabajo, en los campus, y en las calles.

Ahora que la conferencia del Partido Laborista de este año llega a su fin, tenemos un desafío urgente por delante: construir las fuerzas del marxismo, en Gran Bretaña e internacionalmente. Hacemos un llamamiento a los trabajadores y jóvenes militantes para que se unan a nosotros en esta tarea.

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