Centroamérica
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Xiomara Castro, candidata del partido Libre, principal fuerza de la coalición de oposición, ha ganado las elecciones en Honduras. Se ha echado abajo al régimen establecido con el golpe de estado de 2009.

Con el 40% de actas escrutadas, Xiomara aventaja con 53.61%frente a 33.87% de Nasry Asfura (Papi a la orden) del Partido Nacional, el candidato de la continuidad golpista. Hay un ambiente de enorme alegría entre el pueblo quien tiene en su mente la idea: Se van. Con esto viene una enorme esperanza de cambio. Después que se unieran el Partido Liberal y Nacional para derrocar a Mel Zelaya con un burdo golpe de Estado en 2009, los primeros están en proceso de disolución (en estas elecciones un sector al final votó abiertamente por Xiomara y obtendrá alrededor de 9% de los votos) y los segundos terminaron gobernando con procesos electorales irrisorios y descaradamente fraudulentos. Hoy están completamente desacreditados. Fue la fuerza bruta la que mantuvo en el poder a una oligarquía que evolucionó en su degeneración. El Estado, además de corrupto, estrecharía vínculos con el crimen organizado en sus altísimas esferas, creando un Narcoestado.

El fraude electoral operó, pero fue desmantelado por la acción activa y realmente masiva del pueblo. La campaña de miedo también se mantuvo al igual que la desinformación en medios y redes. Se incitaba a la abstención, se decía que Xiomara iba a matar a los niños porque quería el aborto (aunque realmente planteó la despenalización y la legalización de pastillas que evitan la concepción) y que con ella venia el comunismo, que según el discurso clásico patriótico de la ultraderecha centroamericana significa caos, muerte y autoritarismo. Si ya en 2017 los métodos de la derecha hondureña no fueron efectivos ahora estaban más que obsoletos. En 2017 pudieron imponer su fraude con la represión estatal y gracias a las vacilaciones de la dirección. Si hoy lo intentaran de nuevo, habrían provocado la acción revolucionaria de las masas y la oligarquía corría el riesgo de perderlo todo.

Lo determinante fue la acción de las masas

La alianza opositora promovió ir a votar desde el primer momento y efectivamente se vivió una enorme participación desde los primeros minutos y horas. La votación terminaba a las 5:00 p.m. pero si había gente formada se debía extender el horario hasta que terminaran de votar los últimos. Las filas después de las 5:00 p.m. eran enormes. Hubo intentos de cerrar las mesas antes pero también hubo acciones de presión popular que impidieron esto.

Bajo la presión de la oposición a los golpistas, después del fraude de 2017, se estableció un consejo nacional electoral y se establecieron mecanismos que hicieran más fidedigna la votación, se sacó la tarjeta de identificación nacional y se crearon métodos electrónicos de verificación aplicados durante la elección. En Honduras hasta los muertos votan y los vivos lo pueden hacer más de una vez, con estas nuevas medidas se redujo el margen de acción a los tramposos nacionalistas.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha trabajado bajo boicot permanente y mantiene muchos problemas de operación, las elecciones no fueron para nada perfectas y los nacionalistas no dejaron de operar de forma sucia. Se entregaron paquetes abiertos o no llegó todo el equipo completo (faltaban elementos que permitieran su funcionamiento como cables, tinta, etc.). Eso era parte de un boicot claro al CNE para llevar a un fraude. No se vivió una fiesta democrática, lo que vimos fue la enorme participación de las masas en las elecciones y la desacreditación del régimen y del PNH, desbaratando toda posibilidad de concretar el fraude.

Los viejos mecanismos usados en el pasado para controlar a las masas no funcionaron para mantener al caduco régimen. Las masas entienden que debían participar en política y que se requiere un cambio profundo en la sociedad. Ya que los dirigentes de Libre no han brindado una perspectiva de lucha revolucionaria tras el fraude electoral de 2017, las nuevas elecciones se han vuelto en el punto de ataque de las masas y no lo desaprovecharon. Debemos decir que realmente las masas han estado presentes en cada cita de la historia, ellos no han fallado. No fallaron en 2009 cuando se movilizaron revolucionariamente contra el golpe y no fallaron en 2017 cuando se movilizaron revolucionariamente contra el fraude. Quienes titubearon y no fueron al final fueron los dirigentes, de no ser por ello la dictadura hubiera caído mucho tiempo atrás.

El Partido Nacional pal basurero de la historia

El cinismo de los nacionalistas no tiene límites. David Chávez, candidato del PNH al distrito central, declaró que él y su partido ya habían ganado las elecciones, eso lo dijo a las 8:22 a.m., cuando apenas iniciaba la jornada electoral. Cuando se presentó a votar, el pueblo le gritó insultos, le dijo drogadicto y narco, hasta que las voces se unieron con el ¡Fuera JOH!, haciendo referencia a Juan Orlando Hernández, actual presidente. Para la oligarquía las elecciones son un molesto requisito en el que llaman al pueblo a votar para que ellos decidan quien gobierna. Pero hoy quedaron desarmados frente a la acción del pueblo trabajador, que tomaron la historia en sus manos.

Eran masas las que defendieron el voto. Alrededor de los conteos se agrupaba el pueblo para asegurar que no fueran robadas nuevamente las elecciones.

Los nacionalistas, que durante el día se habían en dos ocasiones declarado ganadores, al final guardaron silencio. El CNE, en su primera declaración de la noche, señaló la clara tendencia que daba el triunfo a Xiomara. Las masas se volcaron a las calles a festejar y el bunker electoral del Partido Nacional se quedó vacío.

El contundente triunfo electoral de Xiomara Castro y Libre es claramente irreversible, aunque aún no es declarado oficialmente porque el conteo continúa. Estas elecciones son un punto de inflexión en la historia de Honduras. Es la primera vez que un partido de izquierda gana unas elecciones nacionales. El viejo régimen bipartidista de los Nacionales y Liberales (la versión hondureña de Republicanos y Demócratas), recibió su estocada de muerte, sus aparatos se negaron a morir, pero ese régimen se fue al basurero de la historia. La crisis orgánica del capitalismo en Honduras requiere más que el derrumbe de un régimen, necesita un cambio radical de sistema.

Hoy hay enorme alegría en Honduras. ¿Quién le puede quitar el gusto al pueblo catracho de tomar las calles y festejar que derrotaron a los golpistas? La gente vestida de rojo grita consigas como “¡Hasta la victoria siempre!” En UNE TV se entrevistó a gente común del pueblo, los verdaderos protagonistas de esta victoria, quienes decían: “Mi país vuelve a tener corazón”. “Liberamos al país de esta narcoditadura, somos libres. ¡Se van, se fueron!”

El voto obrero por el cambio

Xiomara va ganando en 17 de los 18 departamentos del país. Nasry Asfura sólo encabeza El Paraíso por poco más de 2%. Ella será la primera presidenta mujer de la historia. En la capital del país, ha ganado el partido Libre. En el distrito central Xiomara obtuvo 52.19% frente a 38.26% de Papi.

En el Departamento de Cortés, Xiomara consiguió más de 63% de los votos y Papi el 21.44%. Aquí se encuentra la importante ciudad industrial de San Pedro Sula (que será gobernada por Libre) y Choloma, qué es un municipio dónde viven gran cantidad de obreros, aquí incluso el triunfo fue mayor. Papi tiene poco más del 15% frente a un 75% de Xiomara Castro. El voto obrero se inclinó a favor del Libre

Ninguna concesión a la oligarquía y al imperialismo

La derecha, hondureña y centroamericana, hicieron una campaña para no votar por Xiomara Castro diciendo que con ella venía el comunismo. Es significativo que eso no desalentara en nada a las masas para ir a votar. Eso refleja que el pueblo aspira a un cambio radical, hay que llevarlo a cabo.

Xiomara realizó en la noche un mitin en el que dijo: “Vamos a formar un gobierno de reconciliación en nuestro país. Un gobierno de paz y un gobierno de justicia. Vamos a iniciar un proceso en toda Honduras para garantizar una democracia participativa y democracia directa”. En su discurso también agregó que: «Llamaré a un diálogo a partir de mañana con todos los sectores de la sociedad hondureña para que podamos utilizar puntos de coincidencia y, para esto, formar las bases mínimas para un próximo gobierno».

Y dijo que no sólo dialogará con las organizaciones sociales sino también con los empresarios y las organizaciones internacionales.

En un tweet, Xiomara agradeció a las cámaras empresariales: “Gracias CCIT, vamos a trabajar de la mano con el sector privado para mejorar el clima de inversión con el objetivo de generar empleos.” A lo que la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa respondió felicitando a Xiomara diciendo que trabajarían de la mano “en pro de la libre empresa y el pueblo hondureño”.

El pueblo hondureño votó por un cambio radical y no se debe dar concesión alguna a la oligarquía, empresarios e imperialistas. Xiomara debe ser consecuente y llevar adelante su programa, dar derechos a las mujeres, mejorar la calidad de vida de los hondureños, nacionalizar las empresas y servicios que fueron privatizadas.

Es el pueblo el que ha dado este triunfo. Es la organización de los obreros campesinos desempleados, estudiantes y mujeres que luchan contra la opresión, bajo un programa de clase, quién debe completar la tarea de reconstruir Honduras haciéndola un país donde haya justicia para los explotados.

Honduras es un país pobre, acosado de forma permanente por el imperialismo. Cuando intentó defender su soberanía los oligarcas hicieron un golpe de estado, que el imperialismo respaldó. Estos 12 años han sido un periodo oscuro, pero dentro del cual el pueblo hondureño adquirió ricas experiencias y lecciones de luchas revolucionarias. Hoy habrá muchas ilusiones, ante la apertura de la democracia. Eso puede animar y generar un avance en las organizaciones de masas de los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Algo notorio en esta elección fue la presencia de muchos jóvenes. Aquellos que eran niños cuando se dio el golpe de estado. Hay una nueva generación fresca y dinámica que quiere una sociedad diferente. La única forma de conseguirla es apoyándose en la organización revolucionaria de las masas y atentar contra los privilegios de la oligarquía y los imperialistas para beneficiar al pueblo. Xiomara entrará bajo la presión de clases con intereses contrapuestos. Es necesaria la organización de los trabajadores y que estos defiendan un programa en defensa clara de nuestros intereses. Es necesario construir una tendencia claramente socialista e internacionalista dentro de Libre, los sindicatos, el movimiento de los jóvenes y las mujeres. Te invitamos a construirla, súmate a la izquierda marxista.

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