En 2008, Satoshi Nakamoto llevó a cabo la primera transacción digital de bitcoins estableciendo el llamado Genesis Block -bloque génesis-. Este iba a ser el comienzo de una nueva era para el dinero y el sistema de pago, pero la historia no se desarrolló de acuerdo con los objetivos originales del creador del Bitcoin. Las monedas digitales realmente tienen el potencial de cambiar el panorama económico. El problema es que, en condiciones capitalistas, no se utilizarán para ayudar a la gente corriente sino a los banqueros que desean lucrarse. Nota: este artículo fue escrito en diciembre de 2020.

Los gobiernos de todo el mundo han pasado el último año apuntalando el sistema capitalista con un apoyo estatal sin precedentes. Pero estas medidas desesperadas son dinamita en los cimientos de la economía mundial, que ahora está a punto de explotar.

Ha pasado un año desde que se declaró el COVID-19 como pandemia mundial. Más de dos millones de personas han muerto a causa del virus. Aunque las vacunas que ahora circulan ofrecen un rayo de esperanza para las masas, la crisis está lejos de terminar. El proteccionismo y el "nacionalismo de las vacunas" impiden que millones de personas tengan acceso a estos recursos que salvan vidas ¿Cuándo acabará todo esto?

El bloqueo durante una semana del Canal de Suez por parte del carguero Ever Given, ha tenido un gran impacto en la economía internacional: el precio del crudo subió, y hubo un significativo incremento en el coste del transporte de mercancías y en sus precios finales. Este acontecimiento podría tener consecuencias a más largo plazo, con una cadena de efectos difícil de calcular.

Desde principios de año, un grupo de operadores de bolsa amateurs, organizados en Reddit, han estado jugando en el mercado contra importantes fondos de cobertura, que habían vendido acciones en corto para GameStop: un minorista de videojuegos con sede en EE. UU. Como resultado, los precios de las acciones de GameStop se han disparado y se tuvo que rescatar a un millonario fondo de cobertura por una suma de $ 2.750 millones.

Los últimos años de turbulencias políticas preocupan a la clase dominante, que se enfrenta a olas de protestas e inestabilidad sin precedentes. Ahora tratan cada vez más desesperadamente de estabilizar la situación mediante el gasto estatal y otras concesiones. Esto se hizo patente en el Foro Económico Mundial el mes pasado.

Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del pasado 29 de abril, 1.600 millones de trabajadores del sector informal perderán el 60 por ciento de sus ingresos después de un mes de crisis. En los países más afectados, las tasas de pobreza entre los trabajadores informales aumentarán hasta un 84 por ciento. A medida que la crisis avanza, los trabajadores en situación de precariedad se enfrentan al desastre.