La defensa del Referéndum catalán del 1 de octubre y la lucha contra la represión de las instituciones catalanas y de quienes promueven el Referéndum, son un deber de cualquier militante o simpatizante de izquierdas y de cualquier demócrata sincero. La suspensión por parte de un juez reaccionario del acto de apoyo el Referéndum en Madrid, a celebrarse el domingo 17 de septiembre, es un serio aviso de cómo el régimen pretende basarse en la cuestión nacional catalana para extender su ataque a los derechos democráticos en todo el Estado. En estas condiciones, la izquierda española y el movimiento obrero no pueden permanecer impasibles. Las herramientas que hoy usan contra el derecho de Catalunya a decidir su futuro serán utilizadas mañana contra nuestras luchas y aspiraciones.

Sí al referéndum, no a la represión del Estado español

Para la clase dominante española, la unidad de España es un principio sacrosanto que defiende a capa y espada por encima de la voluntad de millones de personas, obligadas a formar parte de un Estado que se arriesga a convertirse en una jaula de naciones. El carácter autoritario y opresivo del régimen del 78 se ve más claramente que ninguna parte en esta cuestión, en los ataques constantes a la voluntad democrática del pueblo catalán, pisoteada y menospreciada sistemáticamente por el gobierno central reaccionario del PP.

La entrega incondicional por ETA de su arsenal de armas a un grupo de verificadores internacionales, anunciada para el 8 de abril, es un paso consecuente con su decisión manifestada hace más de 5 años de abandonar definitivamente la lucha armada. Con este acto, ETA y el conjunto de la izquierda abertzale insisten en reafirmar su voluntad de luchar por sus objetivos a través de medios puramente políticos.

El gobierno de la Generalitat ha anunciado la convocatoria de un referéndum para el día 1 de octubre del 2017 con la pregunta «¿Desea que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?». Casi un 75% de la población de Cataluña está a favor de que se convoque un referéndum, que por otra parte es un derecho democrático básico. Mientras, el gobierno del PP se niega en redondo y utiliza todo el peso legal del Estado para impedirlo, manteniéndose en el mantra franquista de "España una, grande y libre". Ante esta situación sólo se puede ejercer el derecho de autodeterminación rompiendo los estrechos límites de la legalidad del régimen del 78.

catalunyaQuien haya seguido atentamente los juicios del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya contra los cargos del anterior gobierno de la Generalitat, imputados por poner urnas en la consulta del 9N del 2014, habrá podido apreciar dos verdades que emergen claramente: por un lado queda cada vez más evidente el carácter reaccionario del régimen del 78 –que no desaprovecha ninguna ocasión para mostrar su (débil) músculo contra cualquier clamor de autodeterminación del pueblo de Catalunya– y por el otro, la más que clara falta de voluntad de la dirección convergente de el llamado "Procés" de romper con el régimen.

Hace unos meses se anunciaba la hoja de ruta para la construcción del nuevo sujeto político en Catalunya. El proceso se termina este 8 de abril con una gran asamblea en Barcelona. El proceso ha tenido su momento álgido en la polémica entre PODEM y el resto de fuerzas políticas que forman Un País en Comú (UPEC). Antes de que culmine el proceso de formación del nuevo sujeto político, es necesario hacer un balance del mismo.

masDesde Lucha de Clases rechazamos la condena a Mas, Rigau y Ortega por la consulta del 9N. La burguesía española y su régimen demuestran otra vez su desprecio por la democracia y  la autodeterminación de los pueblos del Estado. Nadie puede ser juzgado por poner urnas. Ahora bien, la condena del carácter reaccionario del régimen del 78 y el rechazo de esta sentencia no implica ninguna defensa de la política de los dirigentes convergentes, culpables de aplicar recortes feroces e introducir la austeridad en Cataluña.