La campaña histérica y rabiosa del gobierno del PP y de los medios de comunicación de la derecha contra la gigantesca manifestación del 22 de Marzo no tiene que ver con los disturbios que hubo al final de la misma, que fueron iniciados por infiltrados y provocadores policiales como han demostrado numerosas imágenes y testimonios. Tiene que ver con los objetivos políticos del 22M que sintetizó perfectamente Diego Cañamero en su discurso de cierre del acto: “Queremos no sólo democracia para el pueblo, sino que la economía esté en manos del pueblo”.

1549246 10151908692076707 1161018567 nLa Marcha de la Dignidad en Madrid el sábado 22 de marzo por “Pan, Techo y Trabajo” fue un enorme acontecimiento político. Tuvo las mismas características de masividad, euforia y combatividad que vimos en las movilizaciones de los “indignados”, de las “mareas”, de las huelgas generales, etc. La manifestación del 22M contó con la participación de cientos de miles de personas; probablemente, alrededor de un millón, venidas de todos los rincones del país. Ante tamaña demostración de fuerza, ¿qué hacer ahora?

Ldc16Editorial Lucha de Clases nº 16

Rajoy nos anunció en el debate sobre el estado de la nación que 2014 va a ser “el año de la recuperación”. Antes de esta grandilocuente afirmación, el Gobierno había congelado el magro Salario Mínimo (645,3€), subido el precio del transporte un 1,9% y asentado la enorme subida de la tarifa eléctrica de los últimos años.

DSC 0036El sábado 22 de marzo tendrá lugar en Madrid una de las principales movilizaciones sociales y políticas del año: la Marcha de la Dignidad. El objetivo es concentrar en Madrid a cientos de miles de personas de todo el Estado, para mostrar el rechazo a las políticas antiobreras y antisociales de estos años. La manifestación marchará bajo las consignas de: “No pagar la deuda pública”; una “Renta Básica a toda persona que carezca de recursos”; “ni un recorte más”; “Pan, Techo y Trabajo para Todos”; y “Fuera los Gobiernos de la Troika”.

Se cumplen 10 años de la brutal masacre terrorista que segó la vida de 192 personas en Madrid, en 4 atentados simultáneos con bomba que tuvieron lugar en trenes de cercanías y en la Estación de Atocha. Hubo más de 2.000 heridos, y cientos quedaron con secuelas graves, muchos de ellos impedidos total o parcialmente para trabajar. La inmensa mayoría de las víctimas fueron trabajadores, estudiantes, vecinos de las barriadas obreras de las zonas sur y este de Madrid, y de su cinturón industrial. Un dato nunca suficientemente remarcado es que más del 25% de las víctimas mortales eran trabajadores inmigrantes (latinoamericanos, magrebíes, subsaharianos, rumanos, y de otros países del este de Europa), que habitan esas zonas en gran proporción. Desde todo punto de vista, el atentado del 11-M de 2004 fue un crimen contra la clase obrera.

"Allá por donde vamos, la gente nos ve como emisarios de algo que está por venir. Nos abren su corazón, nos cuentan su vida"

Este relato acaba aquí, a partir del 22 de marzo la historia se escribirá con letras más grandes. Agradecer el esfuerzo de todos los que nos han acogido en cada pueblo y ciudad por la que hemos pasado, a todos los que nos han cuidado tanto. Nos hemos dado mucha fuerza los unos a los otros.

Todavía no se sabe a ciencia cierta cuántos hombres murieron la madrugada del 6 de febrero tratando de llegar a la playa de Ceuta. El Ministerio del Interior reconoce nueve muertos. Son 15 cadáveres los ya recogidos y algunas fuentes hablan de 16. Pero la forma en que la Guardia Civil negó el auxilio y disparó balas y pelotas de goma a los inmigrantes que trataban de alcanzar la orilla a nado, ha sacudido a la sociedad española y ha vuelto a poner de manifiesto la crueldad y el cinismo del gobierno del PP.