“El Partido Laborista es ahora una amenaza para nuestra seguridad nacional, nuestra seguridad económica y la seguridad de nuestras familias." De esta forma saludó David Cameron la victoria de Jeremy Corbyn en Twitter. Ninguna de las habituales sutilezas parlamentarias, directamente alarmismo histérico. En caso de que el mensaje no hubiese llegado, el Tweet de Cameron fue seguido por un vídeo producido por el cuartel general del Partido Conservador lleno de imágenes de terroristas del Estado Islámico armados hasta los dientes, haciendo proclamas corriendo subidos en tanques y jeeps, ondeando banderas negras.

El domingo, 20 de septiembre Grecia va a las elecciones después de que Tsipras renunciara tras haber firmado el programa de austeridad exigido por la Troika. Esto provocó una división en su partido, SYRIZA, en la que el ala izquierda se escindió para fundar el nuevo partido, Unidad Popular, encabezado por Lafazanis

Un terremoto político está sacudiendo al Partido Laborista hasta sus cimientos. Una cifra sin precedentes de 610.000 personas está votando para elegir un nuevo líder. Las ramificaciones se hacen sentir en todas partes. El estado de ánimo de ira y amargura que se han acumulado en la sociedad estaba buscando desesperadamente una salida. En Escocia, encontró la salida en el Referéndum y el auge del SNP (Partido Nacionalista Escocés). Ahora la campaña de Corbyn por la dirección del laborismo ha actuado como un pararrayos para este descontento. Parece ser imparable, con Jeremy Corbyn en camino de ganar la competencia de la dirección del Partido Laborista.

Esta asombrosa victoria de Jeremy Corbyn, que lo convierte en el líder del Partido Laborista, representa un terremoto político de proporciones monumentales. Ha transformado el mapa político británico de arriba abajo. Cientos de miles de trabajadores y jóvenes, desesperados por la situación, están celebrando esta victoria en todo el país. Michael Meacher ha descrito correctamente la campaña de Corbyn como "el mayor vuelco no revolucionario del orden social".

La campaña de Corbyn por la dirección del Partido Laborista parece tener predilección por vuelcos de última hora. Corbyn sólo obtuvo los 35 avales necesarios de diputados para presentarse a las primarias dos minutos antes de que venciera el plazo. Y ahora, en las últimas 24 horas antes de que se cierre el período de afiliación, más de 160.000 personas han solicitado la membresía como militantes o simpatizantes para poder votar en las elecciones internas del partido. Nadie duda de a quien apoyará la mayoría de estos nuevos miembros.

La actual crisis de los refugiados ha revelado algunos de los horrores de la sociedad capitalista, y el contraste entre la solidaridad humana básica de los trabajadores y el cálculo frío e insensible de los gobernantes capitalistas en Europa y otros lugares.

El primer ministro griego Alexis Tsipras acaba de anunciar su renuncia. Ha perdido su mayoría parlamentaria y Syriza está dividida, donde el dirigente del ala izquierda Lafazanis ha anunciado la formación de un nuevo partido, Unidad Popular. En declaraciones en un discurso televisado anoche, Tsipras dijo que el gobierno de Syriza propondría su renuncia y convocaría elecciones. Tsipras dijo que los griegos todavía tienen luchas por lidiar, pero que Grecia está "decidida a honrar" el supuestamente último paquete de rescate ¿Qué significa esto?