Han pasado 30 años del proceso revolucionario más importante de la historia de El Salvador, donde la clase obrera en alianza con el resto de oprimidos y explotados podrían haber tomado el poder, transformando la sociedad, y haber evitado toda una década de sangrienta guerra civil que dejaría un saldo de 75 mil muertes. El presente artículo de Alan Woods fue escrito hace 28 años y a miles de kilómetros de los acontecimientos pero sorprende por su gran claridad, corrección y vigencia.