En los últimos días de marzo y los primeros de abril han sido aprobados por el Gobierno varios paquetes de medidas encaminadas a ampliar el llamado “Escudo Social”, las más relevantes se enmarcan dentro del ámbito de la vivienda y del empleo. Pero ¿son realmente estas medidas el escudo que necesita la clase trabajadora?

El gobierno ha decidido reabrir las actividades económicas “no esenciales” esta semana, despreciando la opinión científica contraria de los expertos epidemiólogos y el sentir natural de la mayoría de los trabajadores afectados. El gobierno ha cedido así ante la patronal, condenando a miles de familias trabajadoras al riesgo del contagio y al de perder más seres queridos.

Me llamo Enrique, soy un trabajador y tengo 52 años. Mi mujer y yo fuimos contagiados por el coronavirus a finales de febrero. Cuando nos hicieron los tests y dieron positivos nos obligaron, para superar la enfermedad y no contagiar a nadie, a recluirnos en casa y medicarnos a domicilio. Así lo hicimos. Como yo tengo bronquitis y no paraba de toser decidieron que fuera ingresado en el Hospital de Txagorritxu.

La crisis está golpeando a la economía española y a las familias trabajadoras de una manera no vista antes. Sólo en los últimos 20 días del mes de marzo fueron destruidos 898.000 empleos. En el inicio de la crisis de 2008-2009 se necesitaron 100 días para destruir la misma cantidad de puestos de trabajo.

La Casa Real española está entrando en una de las mayores crisis que ha tenido que afrontar desde la coronación de Juan Carlos I en noviembre de 1975. El hallazgo de la fiscalía suiza de cuentas y fundaciones irregulares en paraísos fiscales, que han movido más de 100 millones de dólares en la última década, a nombre de Juan Carlos I y Felipe VI, ha desatado la indignación popular.

A raíz de las medidas de aislamiento con motivo de la epidemia del COVID-19 se han sucedido miles de despidos y ERTEs por la consecuente paralización productiva. Todo esto ha traído caídas en las bolsas mundiales que no se recuerdan desde la crisis del 2008, y los miedos en todo el mundo de una nueva crisis son más que evidentes.

La epidemia global de coronavirus y la declaración del Estado de Alarma han provocado el cambio más drástico en la vida de la población española desde los primeros días y semanas de la crisis de 2008-2009. Millones de personas permanecen recluidas en sus casas y se anuncia que más de un millón perderá, temporal o permanentemente, su puesto de trabajo. Estando de acuerdo con tomar medidas enérgicas y audaces contra esto, ¿es el plan aprobado ayer por el gobierno, la manera más efectiva de luchar contra la epidemia y asegurar el empleo y las condiciones de vida de las familias obreras, o sólo es "pan para hoy"?