El Coronavirus continúa extendiéndose por el planeta. Ya son más de 40 millones de personas infectadas en todo el mundo, de las cuales 1,1 millones han fallecido. Si bien en el Estado Español ha habido un par de meses de estabilización a principios de verano, sin apenas contagios, a partir de finales de julio las cifras de positivos por Covid-19 han ido aumentando hasta entrar ahora en la llamada segunda ola.

El Encuentro Estatal por la República, que agrupa a organizaciones de izquierdas y republicanas de todo el Estado, convoca para el día 18 de octubre (salvo en Madrid, que será el 24 de octubre) una jornada de movilización a nivel estatal, con manifestaciones en las capitales de provincia, bajo el lema: “El rey emérito al banquillo. Inviolabilidad no. ¡Viva la República!”.

Desde el inicio de la pandemia el gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Díaz Ayuso, ha mostrado no solo la ya histórica política del PP en Madrid encaminada a la privatización y desmantelamiento de servicios públicos, sino una alarmante incompetencia y desvergüenza que ha ido escalando más y más.

La pandemia empeora en la capital. Ha vuelto a ser el epicentro del virus no solo en el Estado español sino en toda Europa. Tras muchos vaivenes y tensiones entre los gobiernos central y autonómico, finalmente el gobierno de Ayuso ha decidido acatar la decisión del Ministerio de Sanidad de confinar toda la capital. Ahora, la CGT anuncia una huelga general contra la desastrosa gestión de Ayuso de esta epidemia.

Después de más de dos semanas desde que el rey emérito abandonara el país por la puerta de atrás, la crisis de la monarquía había salido de la primera plana hasta el día 17 de agosto, cuando se informó que Juan Carlos se encuentra en Emiratos Árabes Unidos. Antes de esta noticia, el centro de la información era otra vez el enésimo escándalo fabricado para tratar de erosionar a Podemos con la colaboración de la prensa mercenaria y del poder judicial reaccionario.

Es evidente que los virus y las enfermedades no discriminan por clase social por lo que nadie está libre de padecer cualquier afección en cualquier momento de su vida. Sin embargo, las posibilidades de mitigar los riesgos de la enfermedad o minimizar sus consecuencias si son una cuestión de clase. Y en el caso del Covid-19 en Madrid esto es algo que se observa claramente en función del nivel de renta de cada barrio.

Desde mediados de mayo los compañeros dirigentes de Podemos Irene Montero y Pablo Iglesias vienen sufriendo un asedio constante a su casa de Galapagar por parte de elementos de extrema derecha, entre los que se cuentan una concejala de Vox de la localidad y un conocido fascista de la vecina Brunete, ante la pasividad total de la Delegación del Gobierno en Madrid y del poder judicial, que sistemáticamente ha ignorado las denuncias presentadas por la pareja.