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La invasión de Irak liderada por Estados Unidos comenzó hace 20 años. Desde entonces, el país ha sido desgarrado por la guerra, el sectarismo y el fundamentalismo. Para acabar con el horror y la barbarie del imperialismo, debemos luchar por la revolución y derrocar al capitalismo.

Entre julio y agosto de 1921 tuvo lugar el conocido como Desastre de Annual, la humillante derrota del ejército colonial español en Marruecos a cargo de las cabilas rifeñas, unificadas y dirigidas por un antiguo funcionario de la administración colonial, Abd El-Krim. Las consecuencias políticas de esta derrota sacudieron a la monarquía y al conjunto del régimen de la restauración, acelerando su caída.

Entre el 30 y el 31 de enero de 1968, setenta mil soldados norvietnamitas, junto con guerrilleros del NLF, lanzaron una de las campañas militares más arriesgadas de la historia. La Ofensiva del Tet fue el verdadero punto de inflexión de la Guerra de Vietnam.  Los vietnamitas la denominaron: "Chien Tranh Chong My Curu Nuoc" o "La guerra contra los norteamericanos para salvar la nación". En esta guerra, unos 58.000 soldados estadounidenses murieron en combate y otros 304.000 resultaron heridos. Pero el significado de estas cifras palidece cuando se comparan con las bajas sufridas por los vietnamitas. Casi un millón cuatrocientos mil vietnamitas del sur y del norte murieron durante la guerra. 

Hace veinte años, Estados Unidos fue testigo del mayor y más sangriento ataque de la historia moderna en su país. Al menos 2.977 hombres y mujeres murieron y al menos 25.000 resultaron heridos después de que una banda de terroristas estrelló una serie de aviones comerciales contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, dejando al pueblo estadounidense en un estado de conmoción e incredulidad.

El 5 de junio de 1967, la Fuerza Aérea israelí lanzó un ataque sorpresa contra las bases aéreas egipcias en la provincia del Sinaí, iniciando lo que se conoció como la guerra de los Seis Días, que terminó con la ocupación por parte de Israel de Cisjordania, Gaza, toda la Península del Sinaí y, un poco más tarde, los Altos del Golán. Los palestinos sufren las consecuencias desde entonces.

El COVID-19 está trayendo dislocaciones sociales sin paralelo desde la Segunda Guerra Mundial. Es una gran carga para la clase trabajadora y tiene una real importancia para los estrategas del capital.

La Segunda Guerra Mundial tuvo un efecto de radicalización de la conciencia de la clase trabajadora y acabó con revoluciones en todo el mundo. Condiciones similares producen resultados similares. La clase dominante está tratando de aprender las lecciones de la guerra para evitar que se repita dicha radicalización.

Los marxistas también deben estudiar las lecciones de la guerra y la revolución al momento de que una capa de trabajadores está ahora avanzando hacia ideas radicales e incluso revolucionarias en el período próximo.

revolution ends ww1 Public DomainPara los soldados, la guerra fue asemejable a una pesadilla sin fin; para los civiles en el frente interno, especialmente las mujeres, muy poco menos que eso. Al final, gran parte de las tierras de Europa quedaron devastadas, millones de hombres  murieron o resultaron heridos. La gran mayoría de las víctimas eran de la clase obrera. Los supervivientes vivieron con graves traumas mentales. Las calles de todas las ciudades de Europa se llenaron de veteranos mutilados. Las naciones quedaron en quiebra, no sólo las perdedoras, sino también las vencedoras.