Movimiento Obrero
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“Telefónica bate records” esa es la gran noticia que recientemente se publicó. 1.802 millones en el primer trimestre de 2015. ¡Alegría! La pregunta es, ¿de dónde salen esos 1.802 millones?. Según informan varios diarios económicos de referencia, la clave está en el crecimiento de la compañía en España. Sí, en este país donde la compañía ha pasado de tener 35.379 trabajadores en 2010 a 30.020 a finales de 2014. En este país donde, su principal línea de inversión está centrada en la red de fibra óptica, en cuya área se ha impulsado como nunca antes la subcontratación de personal.

¿En qué consiste la subcontratación? Consiste en que los trabajos de despliegue de la red y el mantenimiento no son ejecutados por trabajadores de plantilla, sino que se contratan a empresas claramente ligadas a Telefónica (Lyteica, Abentel, Elecnor, Itete, Cotronic,…), las cuales a su vez subcontratan con otras pequeñas empresas (normalmente ya del tamaño de cuadrillas de 10-20 trabajadores), que a su vez incorporan a falsos autónomos que se ven trabajando a destajo para no llegar a un sueldo de 900 euros/mes, cuando el mes es bueno.

El negocio para Telefónica es redondo: la formación, las herramientas, vehículos, los seguros, todo corre a cargo de las contratas, quienes a su vez rebajan las condiciones salariales a niveles de subsistencia y estiran las jornadas a 12-14 horas para cuadrar sus números. Como añadido, Telefónica dice que ellos no tienen nada que ver con las condiciones laborales, que eso es cosa de las contratas. Esto es lo que vino a decir el 11 de mayo la empresa al Comité de Huelga de Barcelona, que se las arreglen con las contratas, que ellos no tienen nada que ver.

Ese es el secreto de esos 1802 millones. Sudor y sometimiento a estas condiciones de más de 30.000 trabajadores, repartidos por toda la geografía desplegando y manteniendo la red de fibra óptica.

La huelga continúa

Frente a estas condiciones, y a pesar de la división del sector por provincias (sin convenio en la práctica), a pesar del abandono de CCOO y UGT, los trabajadores, apoyados por diferentes sindicatos como CGT y AST, decidieron a final de marzo presentar la batalla. Hasta el día de hoy han protagonizado diferentes acciones de protestas por todas las capitales, destacando la actividad en zonas como Madrid, Barcelona y Bilbao. Las reivindicaciones son claras:

1.-Modificación condiciones económicas y contractuales del Contrato de Bucle que garanticen una retribución justa por los trabajos que se realizan.

2.-Salario mínimo para todo el sector.

3.- Eliminación de las cadenas de subcontratación.

4.-Garantías de no represión a los huelguistas.

En mitad del conflicto CCOO y UGT convocaron 6 jornadas de huelga para los días 15, 16, 22, 23, 29 y 30 de abril, que han terminado con la firma de un acuerdo con las 10 contratas de primer nivel de Telefónica. En dicho acuerdo básicamente se habla de respetar la jornada de 8 horas (parece que hemos retrocedido en este país a 1919), fijar los convenios del metal como marco regulador y subir progresivamente el precio unitario (puntos) de los trabajos un 10%. A su vez se ha constituido una mesa de vigilancia, conformada por Telefónica, las contratas y los sindicatos mayoritarios.

Tras esta firma, desde CCOO y UGT se llamó a desconvocar las luchas, lo que no ha hecho más que reavivar el conflicto creando mayor indignación entre los afectados, que no ven en el acuerdo nada de lo que realmente importa y motiva la movilización: acabar con la precariedad y garantizar unas condiciones de trabajo y salariales dignas, terminando con los mecanismos de subcontratación que son los que dan cobertura a la situación actual.

Hay que decir, no obstante, que el punto más importante del acuerdo que habla de la subida del 10% de la baremación es ya una primera victoria de esta lucha, ya que ésta se desencadenó ante el intento de Telefónica de una nueva rebaja. De todas formas es insuficiente porque la caída previa fue del 25%.

Silencio y represión

Es un hecho bien notorio cómo una movilización que afecta a un sector tan amplio no está teniendo ningún eco en los medios de comunicación, salvo referencias anecdóticas. Llama la atención el contraste con los tiempos dedicados por ejemplo a la llamada “huelga del fútbol”. Estamos hablando de una huelga que dura ya muchas semanas y que ha despertado la solidaridad de muchos colectivos y muchas personas que han colaborado en las cajas de resistencia abiertas en todas las provincias.

Eso sí, no han faltado notas aludiendo a la actividad “criminal” de grupos de huelguistas que según informan han estado detrás de sabotajes, etc, que incluso ponen en peligro las vidas de personas. Además después de la desconvocatoria de CCOO y UGT se llegó, en un claro intento de amedrentar, a detener a 6 trabajadores por un “delito contra los derechos de los trabajadores y otro de daños” y puestos en libertad con cargos.

Extender la lucha

Sin duda es vital lograr llegar de forma concreta y definitiva a la plantilla propia de Movistar y extender el conflicto al resto de trabajadores del sector, pues la realidad es que no es sólo es esta multinacional la que impone estas condiciones que se combaten. Jazztel-Orange y Vodafone-Ono imponen las mismas condiciones como bien es conocido.

Es necesario elaborar una estrategia de extensión de la lucha, para dar un nuevo impulso y recobrar energías, haciendo un llamamiento a la máxima unidad de acción, frente a los obstáculos que crean las direcciones sindicales mayoritarias. Hay que unir a todos los trabajadores en torno a una plataforma reivindicativa extensa, pues ahí radica la fuerza de nuestra clase. Hacer un llamamiento a todos los comités de empresa, a los afiliados de CCOO y UGT y demás trabajadores, explicando una y otra vez que esta lucha es de todos y que su resultado por unas condiciones dignas afectará a todos, de una manera o de otra.

Lecciones de la lucha de técnicos de Movistar

Esta lucha contiene varios elementos importantes a tener en cuenta. Durante muchos años en la izquierda cundió la idea propagada por algunos sectores que se reivindicaban de la tradición marxista de que la clase obrera por su parcelación en pequeñas empresas, había perdido su capacidad de lucha. Al parecer la idea central era que la conciencia de clase sólo saldría de forma mágica de los grandes batallones industriales de mono azul agrupados físicamente en unidades de miles.

Esta huelga ha demostrado que esto no es así. Con independencia de si los trabajadores desarrollamos nuestra labor (indispensable para el funcionamiento cotidiano de la sociedad) en la empresa matriz o en subcontratas, en cuadrillas, en régimen de autónomo, o en grandes contingentes, las condiciones de explotación impuestas por el capitalismo acaban por hacernos llegar a la conclusión de que sólo la lucha unida representa la vía para cambiar la situación. Igualmente de importante es que, habiendo en este sector una alta proporción de trabajadores de origen inmigrante (fundamentalmente latinoamericanos), eso no haya provocado ningún obstáculo para la unidad de la plantilla en la lucha por encima de las diferencias nacionales. Obviamente la terciarización y la división en pequeñas empresas, dificulta y retrasa el proceso, pero en ningún caso impide que las luchas se den. Es más, cuando se dan lo hacen habiendo superado todos los obstáculos previos, por lo que su expresión tiende a ser más profunda y menos dominable.

Esto es lo que estamos viendo con esta combativa huelga de maratón que mantiene a todo el sector en vilo, y que está empezando a tener los primeros ecos en la propia plantilla de Telefónica.

En este momento, más que nunca, en la lucha de estos compañeros tenemos mucho en juego el resto de trabajadores, pues su victoria será sin dudas una inspiración para otros sectores abocados a la lucha.

Colabora con la Caja de Resistencia

Para hacer frente a las necesidades vitales más apremiantes de los cientos de trabajadores en huielga y de sus familias, se han abierto cajas de resistencia en diversas zonas del país. Detallamos aquí debajo los números de cuenta donde hacer los ingresos:

Álava:               ES38-3035-0061-90-0610063590

Asturias:           ES64-2100-5638-56-0200080600

Alicante:           ES65 2100 4026 5522 0007 4445

Bizkaia:             ES95-3035-0150-09-1500034173

Cádiz:               ES67-2100-8540-82-0200091700

Catalunya:        ES40- 1491-0001-23-2130519024

Galicia:              ES76- 2080-0085-8430-4001-6800

Gipuzkoa:          ES09 3008 0251 5031 3672 1424

Huelva:              ES04-2100-7173-73-0100075570

Jaén:                 ES04-0073-0100-5105-3626-8138

Madrid y otros:  ES03-2038-1969-69-6000178200

Sevilla:               ES81-2100-7337-3102-0005-0792

Concepto: Comité de huelga técnicos Movistar.

Fuente: http://teleafonica.blogspot.com.es

 

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