Vox, seguido por el resto de la constelación de minúsculos grupos de extrema derecha, está intentando apoyarse en el malestar de una capa importante de la población para lanzarse a la arena de los disturbios callejeros. Mientras, sectores policiales mienten descaradamente en un intento de intoxicación informativa, señalando a “grupos de extrema izquierda” como participantes en los incidentes causados en diferentes barrios de las principales ciudades del Estado.

Hoy en día vemos que cada vez más personas están obligadas a salir de su país natal por fuerza mayor y migrar hacia otro lado simplemente para sobrevivir. Típicamente vienen desde los países ex coloniales en África, Ásia y América Latina y van hacia los países capitalistas avanzados huyendo de conflictos, violencia, miseria, pobreza, inestabilidad y, cada vez más frecuentemente, huyen de catástrofes climáticas. La explotación y dominación de los poderes imperialistas y sus títeres en los países ex coloniales causan estas razones que obligan a los migrantes a salir.

El anteproyecto de Ley de Memoria democrática, aprobado por el Consejo de Ministros, contiene importantes avances con respecto a la Ley de Memoria Histórica de 2007. Aun así, persisten en su articulado determinadas ambigüedades que podrían ser muy peligrosas en manos de un gobierno de la derecha.  

En el día de hoy se ha aprobado la prórroga de 6 meses de la declaración de Estado de Alarma, anunciada por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 25 de octubre. No obstante, este nuevo Estado de Alarma dista mucho del declarado el pasado 14 de marzo, a través del cual se ordenó el confinamiento domiciliario de toda la población y el cierre de comercios y bares.

Estamos ante una reforma del sistema público de pensiones sin precedentes. Nada que ver con las anteriores del 2011 y 2013, ni con las consecuencias de la creación de la propia comisión del Pacto de Toledo del año 1995 y sus consiguientes modificaciones en el sistema. No hay más que ver la repercusión social y mediática.

La crisis del Covid-19 ha vuelto a poner de manifiesto la precariedad de medios de la sanidad pública andaluza. En este artículo, analizamos las causas políticas de esta situación y planteamos soluciones desde un punto de vista de clase y socialista.

El Coronavirus continúa extendiéndose por el planeta. Ya son más de 40 millones de personas infectadas en todo el mundo, de las cuales 1,1 millones han fallecido. Si bien en el Estado Español ha habido un par de meses de estabilización a principios de verano, sin apenas contagios, a partir de finales de julio las cifras de positivos por Covid-19 han ido aumentando hasta entrar ahora en la llamada segunda ola.