Para alivio de la clase dominante, Rishi Sunak ha sido nombrado como el nuevo primer ministro de Gran Bretaña. El nuevo líder conservador ha prometido "estabilidad", sobre la base de un programa de austeridad severa. En cambio, las explosiones revolucionarias se avecinan.

El coste de la energía se ha disparado. A los representantes de la clase dominante europea les preocupa mucho que esto pueda conducir a la desindustrialización, al desempleo y a una respuesta contundente de la clase trabajadora. Se habla de un nuevo invierno del descontento.

El 11 de octubre, el gobierno francés decidió utilizar los poderes del Estado para “requisar” varios depósitos de petróleo donde los trabajadores estaban en huelga desde el 27 de septiembre. Esto ha llevado al llamamiento de un día de huelga nacional el martes (18 de octubre). Después de una gran manifestación contra el costo de la vida ayer (16 de octubre), la lucha de clases en Francia vuelve a la escena.

Ha pasado más de un mes desde que estalló el levantamiento juvenil en Irán, provocado por el asesinato por parte del régimen de una joven kurda, Mahsa Amini. Desde entonces, se han sucedido enfrentamientos casi constantes entre las fuerzas de seguridad y la juventud en todas las ciudades importantes, además de oleadas de huelgas en bazares y una serie de huelgas industriales.

Si hubiera que creer a los medios occidentales y las declaraciones de los funcionarios de ambos lados del Atlántico, se tendría la impresión de que Ucrania está ganando la guerra contra Rusia y que es solo cuestión de tiempo antes de que Putin sea derrocado por su propio pueblo. Para entender lo que realmente está sucediendo, primero debemos atravesar la niebla de propaganda que rodea esta guerra.

Con la economía del Reino Unido y el Partido Conservador en crisis, Liz Truss ha sido destituida de su cargo, como parte de un golpe del régimen para recuperar el control de los tories. Pero se avecinan más explosiones, a medida que se profundiza la crisis del capitalismo británico.

Cuando el movimiento nacional de protesta en Irán entra en su cuarta semana, los esfuerzos del régimen por reprimirlo sólo parecen haber tenido el efecto de agitar aún más a las masas y de atraer a nuevas capas. Ahora, se han unido miles de estudiantes y comerciantes de los bazares, así como importantes capas de la clase obrera, a los jóvenes de las calles y de los campus universitarios.