La revolución Cubana está siendo nuevamente acosada por las potencias capitalistas. Hay una histérica campaña de desprestigio a nivel internacional que vuelve a mostrar el odio de la burguesía a una revolución que, pese a sus errores y dificultades, se ha mantenido en pie y continúa siendo un foco de atracción para los obreros y campesinos de América Latina y a nivel mundial.
Orlando Zapata, un preso que había sido detenido inicialmente por delitos comunes como estafa, lesiones con arma blanca, violaciones a domicilio y desórdenes públicos, entró en huelga de hambre exigiendo televisión, cocina y teléfono personal en su celda, alentado y manipulado por la contrarrevolución que opera en Miami hasta que finalmente murió al negarse a probar alimentos. Es sin duda lamentable la muerte de este preso pero ello solo ha sido la punta de lanza para desatar la actual campaña contra la revolución Cubana.