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La campaña electoral encara sus últimos días y aunque todas las encuestas auguran una derrota del “trifachito”, no puede descartarse ningún resultado, dado el alto porcentaje de indecisos que aún permanece, de en torno al 30%. Unidos Podemos, que inició la campaña en una situación de mucha debilidad, ha reforzado su perfil, que mezcla una retórica algo más radical que meses atrás con un canto a las excelencias de los derechos sociales que incluye la Constitución de 1978, exigiendo su pleno cumplimiento ¿Es ésta la manera de acreditar la utilidad del voto para Unidos Podemos?

Podemos atraviesa la mayor crisis de su historia. Y amenaza arrastrar con ella también a Izquierda Unida. La causa inmediata ha sido la decisión de Íñigo Errejón de presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid a través de la plataforma electoral Más Madrid, creada por Manuela Carmena para su candidatura a la alcaldía madrileña. Errejón ha alcanzado este acuerdo con Carmena a espaldas de la dirección de Podemos, a la que pertenece. Errejón y Carmena manifiestan así su decisión de escapar a cualquier control de Podemos e Izquierda Unida y de sus respectivas militancias, tanto en la elaboración de las listas como en el programa. 

El 10 de julio comienzan las primarias internas de Podemos Andalucía para elegir a los candidatos al Parlamento andaluz, los cuales, salvo sorpresa, se presentarán a las primarias conjuntas del acuerdo de confluencia Adelante Andalucía, junto con los candidatos de IU y de otras organizaciones de la izquierda andaluza. 

El artículo de Julio Anguita, Manolo Monereo y Héctor Illueca, “¿Fascismo en Italia? Decreto dignidad”, ha generado una enconada polémica sobre la naturaleza del nuevo gobierno italiano. Italia está provocando no pocas jaquecas a la izquierda española. La soflamas y piruetas de Di Maio y Salvini están seduciendo a unos pocos y soliviantando a muchos. Entre pasiones tan febriles, bueno sería recurrir a la aspirina del marxismo, que nos ahorraría muchos dolores de cabeza.

La controversia suscitada alrededor de la compra de un chalet por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar (Madrid), como vivienda familiar –a través de un crédito hipotecario a 30 años– ha dado rienda suelta a una jauría formada por la reacción y todos los partidos del régimen (PP, Ciudadanos y PSOE) para tratar de destruir personal y políticamente  a ambos y, por extensión, de inhabilitar a Podemos y a sus confluencias y a todos los que plantean una alternativa al régimen establecido.  Es nuestra convicción de que cualquiera que, desde la izquierda,  muestre su disconformidad con la actuación de Iglesias y Montero en este asunto, debe comenzar en primer lugar por delimitar políticamente con la derecha y el régimen y denunciar su hipocresía, sus mentiras y su doble moral.

Con un 80% de participación, el equipo de Teresa Rodríguez ha ganado con comodidad las primarias de Podemos Andalucía, planteadas en principio como un método para elegir la propuesta de la organización de cara a la confluencia de la izquierda en Andalucía, pero que la dirección estatal de Podemos ha transformado en un plebiscito sobre dicha confluencia y sobre la propia Teresa Rodríguez.

Podemos ha vuelto a situarse en el centro del debate a raíz del proceso de formación de la lista para las elecciones a la Comunidad de Madrid, y tras la filtración de un documento de la exdirigente nacional, Carolina Bescansa, en el que proponía al sector de Íñigo Errejón un acuerdo secreto para disputarle a Pablo Iglesias la secretaría general de Podemos y la candidatura a presidente del gobierno en las elecciones de 2020.