Han pasado 16 meses desde que se declaró el Estado de alarma en el Estado Español, y las penurias sufridas por los obreros y los más pobres no son un secreto para nadie, los trabajadores son los que más han padecido durante la pandemia, teniendo que convivir en ocasiones en casas diminutas con gran número de familiares y arriesgándose a contraer el virus para que la rueda del capitalismo no se detuviera y los beneficios privados no parasen.

 

En la tarde del 10 de junio conocimos dos sucesos que han llenado de dolor e indignación cada rincón del Estado Español. Hoy más que nunca debemos recordar que esta violencia tiene un claro origen: el sistema capitalista y patriarcal que domina nuestras vidas.

La pretensión del gobierno de indultar parcialmente a los presos políticos catalanes del Procés ha provocado una airada reacción de la derecha, que trata de agitar a sus bases sociales para desgastar a Sánchez. Sin embargo, sectores clave de la clase dominante apoyan la medida entre bambalinas, seguros de que sus intereses se defienden mejor haciendo esta pequeña concesión al independentismo catalán ¿Cuál debe ser la posición de la izquierda?

El gobierno de coalición, dominado por el PSOE, y con Unidas Podemos de cómplice, tiene que acometer reformas que vienen impuestas directamente de la Unión Europea. La ministra Montoro lo deja claro al decir que “no puede ir a Europa a pedir 140.000 millones”, el dinero que le corresponde del fondo de recuperación comunitario, sin acometer reformas o queriendo bajar impuestos.

A raíz de la crisis de Ceuta hemos visto posiciones implícita o explícitamente favorables a una política de puerta cerrada desde varias instancias de la izquierda basándose en la defensa de la soberanía nacional. La izquierda debe abordar el problema migratorio desde una posición de intransigente independencia de clase y combatir las políticas que pretenden dividir a la clase trabajadora por razones de origen, raza o religión.

La nueva factura de la luz que ha entrado en vigor el 1 de junio, plantea que el precio de la luz se verá regulado por tramos horarios, con el objetivo de avanzar en la descarbonización. Una de las principales claves de esta nueva factura es que «no importa el cuánto, sino el cuándo» se consuma electricidad. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) afirma que dará lugar a un ahorro del 3,4% a 19 millones de consumidores, pero debemos preguntarnos, ¿será tal el beneficio?, ¿para quién?

Editorial de Lucha de Clases nº75 – La derrota de la izquierda en Madrid dibuja un escenario político nuevo. Pero, simbólicamente, también cierra un ciclo con el abandono de Pablo Iglesias de la actividad política, coincidiendo con el 10º aniversario del 15M. La lección es clara: quienes pretendieron impugnar el régimen del 78 sin proponerse luchar contra el sistema capitalista que lo sustenta, terminaron asimilados y devorados por sus instituciones.