El surgimiento y extensión de las Plataformas Ganemos es uno de los fenómenos más importantes del nuevo periodo político en nuestro país, y están poniendo a prueba a las direcciones políticas de la izquierda. Desde Lucha de Clases apostamos por Ganemos y queremos trabajar para que éstos cuajen y se consoliden como lo que deben ser: la referencia electoral del pueblo organizado a nivel municipal, y un organismo de frente amplio.
No vamos a entrar, por razones de espacio, a detallar los desarrollos que se están dando en todo el Estado. Centraremos nuestro análisis en tres zonas clave: Andalucía, Madrid y Barcelona, que a nuestro juicio son las que mejor resumen las distintas situaciones a las que se enfrentan los Ganemos.
Andalucía: la cuestión jurídica y el pacto de gobierno
Un problema con el que se están encontrando los Ganemos andaluces es que una de las organizaciones clave, Izquierda Unida, forma parte del gobierno de la Junta. La política de recortes y ajustes del gobierno andaluz, con concesiones menores al programa de IU, enfrenta a la coalición con los movimientos sociales que luchan contra los recortes y que están impulsando Ganemos junto a la propia militancia de IU.
La dirección de IU Andalucía, por boca de su coordinador Antonio Maíllo, ha advertido que IU “no se va a diluir” en los Ganemos, sino que va a “mantener su personalidad” de cara a las municipales. Para esto, IU apuesta por presentar las listas de Ganemos con la fórmula jurídica de coalición de partidos, en lugar de la de agrupación de electores, que es la preferida por PODEMOS y por buena parte de los movimientos sociales. No es el lugar aquí para debatir sobre las ventajas e inconvenientes de ambas fórmulas jurídicas, pero para los marxistas la adopción de cualquiera de las dos no puede ser un motivo para abandonar o romper las plataformas ciudadanas.
Lamentablemente, la dirección de IU Andalucía no piensa así. En Córdoba, IU abandonó la plataforma al adoptar esta la fórmula de agrupación de electores. Peor aun ha sido el caso de Málaga, donde el aparato de IU ha maniobrado para partir la plataforma, convocando una “asamblea constituyente” el pasado día 22 de noviembre que no es reconocida como tal por la mayoría de Ganemos Málaga. Estas maniobras de aparato son rechazadas por la mayoría de movimientos sociales y por buena parte de la militancia de IU.
Los compañeros dirán que esto lo hacen para tratar de mantener la presencia de IU en los ayuntamientos y diputaciones, pero mucho nos tememos que los electores de izquierdas castiguen a IU por romper la unidad, y por la política de la Junta, y esa presencia institucional se reduzca igualmente. Para nosotros, Ganemos tiene que adoptar en cada ciudad la fórmula jurídica que más convenga para preservar la unidad del movimiento y evitar la dispersión del voto de izquierdas. Es más importante ganar las alcaldías de tres o cuatro ciudades grandes que mandar compañeros a las diputaciones.
Las disputas sobre la fórmula jurídica están teniendo el efecto pernicioso de generar más desconfianza entre la militancia de IU y la de PODEMOS, alimentando las tendencias sectarias que ya existían en sectores de ambas organizaciones y de los movimientos sociales. IU Andalucía debe aceptar que, hoy por hoy, es minoría y no está en posición de imponer sus puntos de vista a la mayoría del movimiento. Así mismo, tampoco PODEMOS puede hacer una línea roja de la cuestión jurídica, como no lo ha hecho en Barcelona, y debe aceptar y mantener la unidad en los municipios donde se decida ir como coalición. Los compañeros de PODEMOS deben desterrar la idea, fomentada por las encuestas favorables, de que ellos solos se bastan y sobran para ganar las elecciones. Allá donde haya procesos de unidad en Ganemos, PODEMOS debe formar parte, como se decidió en la Asamblea Ciudadana.
Ganemos Madrid y las primarias de IU-Comunidad de Madrid
En su constitución, Ganemos Madrid hizo un llamamiento a las organizaciones políticas de la izquierda para confluir en una candidatura ciudadana. PODEMOS contestó favorablemente al concluir su Asamblea Ciudadana. En el caso de IU-CM, el llamamiento de Ganemos ha profundizado aun más la división interna en la federación. La izquierda, encabezada por Mauricio Valiente Ots y Tania Sánchez Melero, es partidaria de integrarse en Ganemos Madrid para las municipales y de buscar la confluencia con PODEMOS en las autonómicas. La derecha, el grupo ligado durante años al ex consejero de Bankia Moral Santín y a la opaca fundación FUNDESTE, están poniendo numerosas trabas a cualquier acercamiento a PODEMOS o los movimientos sociales.
Ambas fracciones se miden a finales de noviembre en las primarias de la federación, proceso en el que la derecha está jugando sucio, denunciando incluso “infiltración de PODEMOS” en las listas de simpatizantes y cambiando a última hora el reglamento de las votaciones. Desde Lucha de Clases apoyamos la candidatura de Tania Sánchez y Mauricio Valiente, aunque advertimos que su victoria no haría más que demorar un poco la inevitable ruptura entre el aparato corrupto de IU-CM y los cientos de activistas de la izquierda que apuestan por la unidad popular.
Ganemos Madrid ha surgido del proceso de maduración política de los movimientos sociales surgidos de la crisis. En especial, hay que señalar el papel de la plataforma Juventud sin Futuro (JSF), que estuvo entre las organizadoras de la manifestación del 15 de mayo de 2011. JSF y los demás movimientos están aportando la mayor parte de los activistas y portavoces de Ganemos Madrid, lo que la liga orgánicamente al movimiento vivo de la calle. Salga lo que salga de las primarias de IU-CM y del proceso de organización territorial de PODEMOS, Ganemos Madrid debe seguir su propia hoja de ruta, profundizando el trabajo que ya se está haciendo en los barrios y organizando una plataforma fuerte para las elecciones y, sobre todo, para después de las elecciones.
Las CUP rompen con Guanyem Barcelona: cuestión nacional y proceso constituyente
La plataforma pionera y más desarrollada es, sin duda, Guanyem Barcelona. Sin embargo, Guanyem aparece en el momento en que la cuestión nacional catalana está en su máximo apogeo, lo que ha generado en su seno tensiones entre independentistas y federalistas. Estas tensiones han estallado finalmente con la salida de las CUP (Candidatures d’Unitat Popular), que habían aceptado formar parte de Guanyem en julio, y que han decidido presentarse a las municipales a través de la Trobada Popular Municipalista.
Los argumentos que aportan los compañeros de las CUP para justificar su ruptura son poco creíbles, básicamente diferencias menores sobre topes salariales y límites de mandato. Como si dos o tres mandatos o mil euros más o menos hicieran la diferencia entre un programa reformista y un programa revolucionario. El hecho es que las CUP hayan optado por ser el ala izquierda del bloque soberanista del que forman parte ERC y CiU, y por lo tanto se niegan a confluir con organizaciones federalistas como PODEM o ICV-EUiA.
Los compañeros de las CUP tienen razón en sus críticas a la política socialdemócrata de ICV-EUiA, pero no es menos cierto que han compartido firma y foto con ICV en todo el proceso del 9-N. El problema para las CUP es que tanto PODEM como el grupo de Ada Colau les disputan su franja de voto con un discurso que defiende el derecho a decidir a la vez que rechaza de plano cualquier compromiso con la derecha catalana.
Aunque la deserción de las CUP es sin duda un revés para Guanyem Barcelona (obtuvieron 31.640 votos en Barcelona en las autonómicas de 2012) puede tener el efecto de decantar su posición sobre la cuestión nacional. Ada Colau ha vinculado correctamente el derecho a decidir sobre la independencia con el derecho a decidir sobre la vivienda, los servicios públicos, la economía y la política en general, poniendo así en el mismo plano la cuestión nacional y la cuestión social. Una postura similar defiende PODEM, resumida en la consigna de “proceso constituyente”. Esta política es la que puede vincular la lucha por los derechos democrático-nacionales de Catalunya con la transformación social del conjunto del Estado. Lamentamos que las CUP prefieran el abrazo de Artur Mas a la mano de Ada Colau y la solidaridad de la clase trabajadora del resto del Estado.
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