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El desacreditado gobierno de Stefan Löfven de Suecia se ha enfrentado a una exitosa moción de censura en el parlamento. Es hora de pasar a la ofensiva: ¡luchar por unas elecciones anticipadas con un programa socialista!

Limitaciones al derecho de huelga, reducción de impuestos para los ricos, peores condiciones laborales, más policía y una represión más dura; más ataques contra los refugiados, etcétera, etcétera: este es el legado del gobierno socialdemócrata de Stefan Löfven. Para evitar que también introduzca alquileres de mercado (es decir, poner fin a los controles estatales de precios y permitir que los propietarios establezcan los alquileres), el Partido de la Izquierda lo ha derribado correctamente mediante una moción de censura.

Las elecciones suecas de 2018 dieron como resultadi una mayoría para la derecha en el parlamento, pero los partidos burgueses estaban divididos sobre la cuestión de colaborar con los Demócratas Suecos de extrema derecha. Con la promesa de llevar a cabo un programa de ataques derechistaa contra la clase obrera, después de cuatro meses de negociaciones, los Socialdemócratas y los Verdes se ganaron el apoyo de los Liberales y del Partido del Centro (conocido por su antisindicalismo y sus políticas favorables a los patrones).

El acuerdo, alcanzado en enero de 2019, se conoce como «El acuerdo de enero», con un punto específico que dice que el Partido de la Izquierda debe ser excluido de toda influencia. Esto fue especialmente notable considerando que estos cuatro "partidos de enero" no tenían una mayoría propia y, por lo tanto, dependían del apoyo del Partido de la Izquierda para llegar al poder.

Sin embargo, a pesar de los ataques abiertos contra la clase trabajadora y de ser excluido de toda influencia, el Partido de la Izquierda finalmente dejó pasar al gobierno, argumentando que la alternativa era peor. Sin embargo, también hicieron una amenaza directa: si el gobierno atacara las condiciones laborales o introdujera alquileres de mercado, lo derribaría con una moción de censura.

Sobre la cuestión de las condiciones laborales, el Partido de la Izquierda finalmente se echó atrás, siguiendo el ejemplo de los sindicatos del sector público y del metal. Pero en la cuestión de los alquileres de mercado, no podía retroceder más.

Cómo (no) luchar contra la derecha

De hecho, una promesa socialdemócrata en las elecciones de 2018 era no introducir alquileres de mercado, ya que eventualmente conducirían a aumentos masivos de alquileres para los 3 millones de inquilinos en Suecia. Esta promesa, por supuesto, se olvidó fácilmente después de las elecciones, cuando buscaron apoyo entre los partidos de derecha.

Para derribar al gobierno, el Partido de Izquierda tuvo que apoyarse en el apoyo del principal bloque de la derecha: el Partido Moderado (el partido conservador tradicional), los racistas Demócratas Suecos y los Demócratas Cristianos. Estos partidos esperan capitalizar el descontento por el desempleo, la criminalidad, la crisis de la salud y del cuidado de las personas mayores, etc. Fieles a su estilo, buscan explotar las consecuencias del capitalismo y la austeridad para ganar más votos y llevar a cabo una austeridad aún más dura.

Uno de los principales argumentos del acuerdo de enero fue el mal menor: mantener fuera del poder a esta tríada reaccionaria (especialmente a los Demócratas Suecos). Pero el resultado de vender a su base obrera es, por supuesto, que aún más trabajadores se marcharán decepcionados hacia el campo de la derecha. En una encuesta de opinión de los trabajadores de la principal confederación sindical LO, los partidos de derecha (incluidos los Demócratas Suecos y el Partido del Centro) obtuvieron por primera vez una proporción mayor de votos que los Socialdemócratas, los Verdes y el Partido de la Izquierda juntos.

Esto debería actuar como una alarma para todo el movimiento obrero: no podemos luchar contra la derecha aceptando o llevando a cabo sus políticas anti-obreras. No ganamos tratando de parecer más “responsables”; es decir, en el lenguaje político actual, estar dispuestosa a vender los principios propios al mejor postor.

Ir a la ofensiva

En las redes sociales, los comentarios en la página del Partido de la Izquierda y del líder del partido Nooshi Dadgostar están llenos de apoyo: “Nunca he estado más orgulloso del partido y su líder”, “Gracias por emprender la lucha”, “Qué bueno que el Partido de la Izquierda se mantenga firme”, son extractos de los comentarios más populares en la publicación de Facebook de Nooshi Dadgostar. La idea de que alguien finalmente se oponga a los ataques de la derecha ha creado un entusiasmo enorme.

El Partido de la Izquierda tiene el potencial de utilizar este apoyo y entusiasmo para pasar a la ofensiva y lograr un cambio real. Pero esto exige un programa que corresponda al capitalismo del 2021. Millones de personas se enfrentan a hambrunas en todo el mundo. Cientos de millones no tienen acceso ni siquiera a la atención médica básica en medio de una pandemia. Una crisis climática amenaza el futuro de la civilización. Aquí en Suecia, hay una falta masiva y creciente de vivienda, desempleo masivo y pobreza. ONGs informan sobre padres solteros que trabajan en el sector de la salud y que se ven obligados a solicitar ayuda de dinero y comida. La escala de los problemas muestra que no es suficiente actuar como punto de apoyo o intentar ganar influencia sobre un presupuesto que en el fondo es hostil a los trabajadores. En el mejor de los casos, esto significa aceptar pasivamente que la situación siga empeorando.

Como demostraron las numerosas manifestaciones a pequeña escala (muchas de las cuales tomaron el nombre de “revuelta”) antes de la pandemia, no hay falta de voluntad para luchar. Hay un fermento creciente en todas partes, debajo de la superficie. El problema es que no ha existido una alternativa de lucha en la izquierda que haya sabido canalizar y reunir este espíritu de lucha contra las políticas del gobierno.

Por lo tanto, la decisión de derrocar al gobierno debe ser el comienzo de un cambio radical en la política del Partido de la Izquierda. Un programa socialista por un cambio real inspiraría a decenas de miles de personas, quienes a su vez inspirarían a otras. Un programa revolucionario que muestre la salida de la miseria del capitalismo sería la base necesaria para un movimiento obrero combativo.

El único camino a seguir: un programa socialista combativo

Desafortunadamente, todas las declaraciones del líder del Partido de la Izquierda, Nooshi Dadgostar, apuntan en la dirección opuesta. En la rueda de prensa del 21 de junio destacó una y otra vez que “queremos que Stefan Löfven vuelva” como primer ministro, pero “sin una propuesta de alquileres de mercado”. Por supuesto, esto plantea la cuestión de si la dirección del partido considera aceptables las políticas de derecha del gobierno anterior, si los otros 72 puntos del acuerdo de enero son aceptables. Nooshi Dadgostar hizo un énfasis especial en la necesidad de "hablar el uno al otro, negociar y resolver la situación", etc. Habló cálidamente sobre la capacidad del Partido de la Izquierda de "hacer compromisos" con sus propias políticas.

En lugar de romper bruscamente con el status quo y mostrar voluntad de luchar por un cambio, siendo el único partido del lado de los trabajadores, el Partido de la Izquierda se esfuerza por sonar como cualquier otro partido. Peor aún, el partido parece estar preparando una colaboración continua con la dirección derechista socialdemócrata, los Verdes e incluso el Partido del Centro, una colaboración que solo puede tener lugar sobre la base de llevar a cabo un programa de derecha.

El Partido de la Izquierda no optó por permanecer al margen de la «colaboración de enero», pero el hecho de que el partido se mantuviera fuera es lo único que le ha permitido actuar, al menos en parte, como una oposición desde las elecciones de 2018. El Partido del Centro también ha rechazado hasta ahora las propuestas del líder del Partido de la Izquierda, Nooshi Dadgostar, de estar en el gobierno con el Partido del Centro, lo cual es una suerte. Presentarse a una elección sobre la base de una colaboración con el Partido del Centro es respaldar a los ataques contra la clase trabajadora.

Por supuesto, también nos gustaría ver un gobierno de izquierda, pero queremos ver un verdadero gobierno de izquierda que realmente aplique un programa de izquierda. La austeridad de las últimas décadas llevada a cabo por los gobiernos socialdemócratas, a menudo con el apoyo del Partido de la Izquierda, ha logrado prácticamente borrar las líneas entre izquierda y derecha. ¡Incluso ha logrado que los Demócratas Suecos parezcan favorables para los trabajadores a los ojos de mucha gente! La lucha por una alternativa política debe comenzar por dejar clara la diferencia entre un programa socialista y la austeridad que se ha aplicado durante las últimas décadas.

En lugar de tratar de encontrar diferentes compromisos y bloques en el parlamento actual, dominado por la derecha, el Partido de la Izquierda debe luchar por unas elecciones anticipadas. No hay razón por la cual debamos aguantar un año más bajo la actual mayoría de derecha. Pero para tener éxito, no es suficiente pelear por una sola cuestión. Tenemos que apuntar a todos los ataques del «acuerdo de enero» y la austeridad de las últimas décadas. Necesitamos pasar a la ofensiva con un programa socialista contra todos los horrores del capitalismo: los recortes, el desempleo masivo, la pobreza y la crisis climática.

Solo un programa socialista puede proporcionar un camino a seguir para la humanidad. Derrocar al gobierno de Löfven fue solo el primer paso.

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