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Mina La EscondidaHace 46 años durante el gobierno de Salvador Allende, se votó de forma unánime en Congreso la nacionalización del cobre chileno. Durante la asesina dictadura pinochetista, se abrió el camino a la inversión extranjera, que en la actualidad se lleva más de las dos terceras partes del beneficio que produce la explotación de este recurso y quienes lo trabajan. Aún así lo que queda para el país constituye el 13% del PIB, y se le ha llamado “el sueldo de Chile”. Mientras la empresa estatal CODELCO es la mayor productora de cobre de mina del mundo, la mina a tajo abierto con la mayor producción cuprífera del mundo es Minera Escondida, controlada por BHP Billiton.

El año de espera durante el cual los estudiantes y el movimiento obrero de Chile pusieron a prueba al gobierno de la Nueva Mayoría y de Michelle Bachelet ha concluido. La remodelación del gabinete de gobierno no ha frenado las movilizaciones que se van profundizando en todos los frentes, así como la represión de los carabineros. La sociedad chilena está viviendo un periodo de profunda polarización.

Este artículo fue escrito el pasado mes de julio, poco después de celebrarse las elecciones primarias para elegir los candidatos presidenciales de los diferentes partidos y alianzas electorales, y fue publicado en el número 7 de la revista América Socialista, que editan las secciones americanas de la Corriente Marxista Internacional. Este domingo 17 de noviembre se celebran elecciones presidenciales en Chile, y dado el interés y la relevancia de este artículo donde se aborda este tema y la situación de la izquierda chilena, lo publicamos para conocimiento de nuestros lectores.

chileUna crisis vertical atraviesa todo el sistema político chileno y al gobierno de la Nueva Mayoría. Al previsible impasse político que ha ido dilatando las más esperadas reformas, se suman una serie de escándalos de corrupción que han desacreditado a las élites políticas y económicas del país. Nuevamente, los estudiantes irrumpen en la escena agudizando la crisis general con la primera movilización de masas a que se enfrenta Bachelet a un año de su posesión.

En unas elecciones municipales marcadas por una histórica abstención superior al 60%, la coalición de los partidos de derecha que sostienen la presidencia de Piñera recibe una rotunda derrota electoral. Si estos comicios representaban una prueba general para las elecciones generales del próximo año, su resultado es claro: hay un enorme margen para revertir el modelo social, económico y político implementado con la dictadura. Este espacio pero no está en la Concertación, en los “pactos de omisión” o en una Concertación de “nuevo tipo".

Con 3,4 millones de votos – el 62,16% de los sufragios emitidos, aunque sólo el 25,6% de los electores habilitados – Michelle Bachelet ha sido reelecta en segunda vuelta a la presidencia de Chile, cargo que ya ocupó entre 2006 y 2010. Una victoria que se debe en primer lugar a las masivas  movilizaciones contra el gobierno de Piñera durante toda su gestión, hecho demostrado por la elección a diputados de los ex dirigentes estudiantiles: Camila Vallejo y Karol Cariola del Partido Comunista, Giorgio Jackson de Revolución Democrática y Gabriel Boric de Izquierda Autónoma.