Las jornadas de 2001 siguen presentes y su clima amenaza reactivarse ante la menor circunstancia. El clima adverso a la voracidad capitalista se manifiesta en las luchas sindicales y en la de los desocupados en las calles. Y también se va a manifestar políticamente, como ya se ha insinuado, a través de Proyecto Sur y la Constituyente Social.

Unas escenas que eran una reminiscencia de la caída de Saigón, los dirigentes del gobierno apresuradamente con sus maletas y huyendo en helicóptero desde el tejado del palacio presidencial. Sólo que esta vez no se trataba de invasores extranjeros que huían de un ejército de liberación nacional, sino un presidente electo que huye de su propio pueblo.