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ipn-struggle-thLa lucha que comenzó en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) con un paro en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) ha despertado a un gigante que había permanecido aparentemente dormido. En menos de 24 horas, a partir del lunes 22, se ha desatado una verdadera avalancha. Escuela tras escuela los estudiantes nos hemos organizado de forma espontánea para pararlas o hacer manifestaciones de apoyo a la lucha. Esto es una bocanada de aire fresco.

 

Un despertar eufórico

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Después de que la Asamblea Politécnica del día lunes 22 decidiera apoyar la demanda de detener el plan de estudios de la ESIA y sumarse  a la lucha contra el anteproyecto de reglamento interno que se aprobó en los días siguientes, se decidió impulsar  asambleas y una mega marcha el día jueves 25.

Está manifestación entra a la historia como una de las más grandes del poli donde se manifestaron más de 25 mil estudiantes de prácticamente todas las escuelas de nivel superior y muchas de nivel medio –Vocacionales—. Ese mismo día por la noche la directora del IPN dijo que se suspendía durante un año la aplicación del nuevo plan de estudios de la ESIA y que el nuevo reglamento interno no se podía abrogar porque este no se había publicado en la gaceta oficial y en este sentido aun no era un hecho. Es decir que con retorica barata quiso despachar a los miles de jóvenes que nos manifestamos a pesar de la represión interna que se vive en el IPN, a pesar de clases y de cualquier otra circunstancia.  

Esta respuesta no ha supuesto absolutamente nada pues lo único que se hace es atrasar estos planes de estudio con los cuales quieren hacer retroceder la calidad educativa. La estrategia es muy clara, Yoloxóchitl Bustamante quiere tiempo para tratar de maniobrara, cooptar a algunos estudiantes, desarticular el movimiento localmente y particularmente dejar que esta explosión de lucha se apague para poder impulsar tranquilamente sus planes. 

¿Por qué estamos luchando los estudiantes?

Los estudiantes luchamos contra la aplicación de cambios en los planes de estudios dictados por los organismos internacionales de la burguesía como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM), que es de donde verdaderamente se han redactado estos ataques, que toman como principio rector la productividad y la competencia. 

Las autoridades venden bien su nuevo plan, dicen que les dan más oportunidad a los jóvenes que no pueden terminar la carrea y les ofrecen salidas “laterales” como el titulo de técnicos superiores. En realidad esto es un absurdo, lo que quieren es justificar la bancarrota de educación superior por la deserción tan grande que hay, ahorrarse el dinero del estudiante que por apuración económica solo podrá cursar algunos semestres y optará por salida técnica y al mismo tiempo presiona en el terreno laboral para que los salarios sean menores para los que salgan con título de ingeniero o licenciados. No quieren dar educación de calidad a los hijos de los trabajadores. A esto nos oponemos los estudiantes.

Por otra parte nos oponemos férreamente al nuevo Reglamento Interno. Este documento parece un juego de escondidas, no deja nada claro y todo es interpretación y suposiciones depende de quién lo lea y lógicamente de quien lo aplique. El ataque más serio lo reciben los profesores y trabajadores de la institución, en realidad es la implementación de la reforma educativa la cual termina con los derechos laborales. Hay algunos puntos que afectan a los estudiantes por ejemplo el numero de materias las cuales puedes adeudar después del semestre en que las cursas con las cuales puedes quedar fuera de al escuela; el hecho que las instalaciones deportivas las van a rentar a privados –lógicamente en  detrimento del servició a la comunidad politécnica—; la disminución de becas y particularmente lo tocante a los derechos democráticos de los estudiantes y trabajadores para organizarse y poderse manifestar en contra de las políticas o autoridades.

Pero realmente la base sobre la que se levanta esta explosión no la vamos a encontrar dentro de las escuelas –claro que hay demandas internas y necesidades que hay que cubrir porque causan malestar—, lo veremos fuera, en la sociedad. Los jóvenes somos el sector más golpeado por toda esta política del capitalismo salvaje y depredador. La espiral de violencia, desempleo, miseria, falta educación, etc., todo está recayendo en nuestras espaldas (hay 8 millones de jóvenes en nuestro país que no estudian ni trabajan, no porque no quieran sino porque no hay alternativa). El reglamento, el paro de la ESIA está siendo el accidente que está desatando toda la furia y frustración de una generación apabullada por el callejón sin salida que representa esta sociedad capitalista.

La fuerza del movimiento

La primera respuesta de la lucha estudiantil a estos ataques es una verdadera explosión, como una gigante ola que sube y barre con todo lo podrido que hay encima de la playa. En este caso el heroico movimiento en las vocacionales está barriendo con el miedo a la represión por parte de las autoridades, de los policías que están en las puertas todo el tiempo amedrentando y con el temor a los porros. Se está echando por la puerta principal a toda la apatía y rutinismo que se veía en las caras tan solo días atrás.

Esta maravillosa lucha está llenando de confianza a todos los indecisos y al mismo tiempo el movimiento se vuelve más seguro de sí mismo y sus fuerzas. Hasta cierto punto hay un toque de autosuficiencia. No es para menos, en una semana a cambiado todo. A los que no les interesaba al lucha ahora están en las calles, los que no participaban ahora guían brigadas y hablan en los mítines, se preparan para recibir a los grupos porriles como se merecen. Este despertar está lleno de dignidad y se exige democracia a sus representantes.

La espontaneidad es la fuerza máxima en este momento, con forme pase el tiempo esto mismo será una de las debilidades a superar más importantes. El movimiento tiene la necesidad de la organización democrática por escuela y a nivel general. Si permitimos la división y la desorganización no seremos capaces de aprovechar la coyuntura tan importante que se ha presentado.

Una estrategia de lucha

Las dos principales demandas del movimiento siguen vigentes: queremos la abrogación del Reglamento Interno y frenar –no retrasar por un año ni en una sola escuela— los cambios a los planes de estudio. No obstante, hay algunas otras que son muy importantes para todos los estudiantes: 

  • Queremos fuera del IPN a la policía;
  • No queremos más porros ni represión en las escuelas;
  • Sí queremos más presupuesto para laboratorios y bibliotecas, transporte gratuito subsidiado por el IPN a los metros más cercanos de las escuelas, democracia real y paritaria en los órganos de dirección de las escuelas y del instituto, el respeto a la organización estudiantil y laboral, etc. 

Un pliego petitorio general con demandas sentidas de este tipo nos serviría para sumar a las escuelas que aun falta que se unan a la lucha.

La movilización unitaria es una parte fundamental. No podemos desgastar el movimiento en pequeñas marchas desarticuladas y divididas, nuestros pasos tienen que ir juntos, bajo una misma bandera de lucha y golpeando a un mismo objetivo. La unidad no solo lo tenemos que buscar entre todos los politécnicos, tenemos que hacer un llamado a todas las demás escuelas, la UNAM, la UAM, la UACM, Bachilleres, Conalep, etc. a los diferentes sindicatos combativos como el SME, la CNTE, el SUTIEMS, etc. para que se sumen a nuestras manifestaciones y acciones que podamos planificar. Buscar extender la lucha a otros campus del politécnico que estén en los Estados de la República y a universidades de los diferentes Estados. No sólo nos pueden apoyar, podríamos luchar juntos por más presupuesto para la educación.

Además tenemos que sacar el movimiento de las escuelas, claramente la directora no va a resolver nuestras demandas, tenemos que ir a los Pinos a exigir que éstas se cumplan. El Presidente es quien designa a la directora general del Politécnico, su jefe directo de Yoloxóchitl es Peña Nieto, tenemos que emprender medidas para presionar y obtener la vitoria.

La estrategia de las autoridades

La receta para que nosotros ganemos nuestras demandas es la unidad, la estrategia de las autoridades es la contraria, aplica el viejo dicho: divide y vencerás. Esta es su primera medida y está puesta en marcha. Las autoridades están mandando a estudiantes cercanos a ellos –algunos sin que realmente lo sean— para dividir con pretextos tontos, mentiras abiertas y una difamación sucia.

El caso más clásico de esto es tratar de dividir a las escuelas, levantar una barrera entre hermanos de lucha simplemente por ser de una escuela u de otra. En algunos casos la división se está dando fomentando prejuicios contra las organizaciones estudiantiles o contra grupos político que existen a lo interno de las escuelas. Explotando los prejuicios que existe entre los compañeros acerca de que si alguien está organizado no va a defender los derechos generales sino individuales, que pueden vender la lucha, etc. 

El peligro de traición puede darse con o sin organizaciones estudiantiles. La única forma de poder cerrarle el paso a esto no es negando la participación de activistas que sueles tener un poco más de experiencia –en algunos casos no es así— sino manteniendo asambleas democráticas donde los acuerdos sean respetados. Una cosa es una organización estudiantil y otra diferente el movimiento estudiantil. Una no se contrapone a la otra. El movimiento estudiantil no depende de una organización estudiantil, sino que se tiene que someter a las decisiones de la asamblea general.

Otra de las estrategias de los directivos del poli es la represión contra los dirigentes y activistas del movimiento. Esta es una segunda carta y solo en el momento en que el movimiento comience a caer, por ahora lo podemos ver son provocaciones e intimidaciones con grupos porriles. El caso de lo que sucedió el viernes 26 de septiembre en Zacatenco es muestra de esta lógica policiaca de intimidación. Ante la convocatoria a una reunión de coordinación estudiantil, se llama a una concentración de porros claramente coordinada por las autoridades para provocar una pelea, la cual justifique la intervención de la policía y el desaojo de las escuelas de forma violenta. Uno de los acuerdos que se tienen que exigir en el pliego petitorio es ninguna represaría contra los activistas del movimiento estudiantil.

Seguramente en los días siguientes se lanzará una campaña en los medios de comunicación desacreditando el movimiento, diciendo –como ahora mismo lo sostiene la directora—  que son gente externa al IPN los que están detrás de las movilizaciones. Mañana dirán que son organizaciones políticas, que son paristas profesionales, etc. Esto se da en cada lucha, el gobierno y las autoridades politécnicas tienen amplia experiencia en desprestigiar la lucha de la juventud. 

A pesar de todas sus artimañas, desprestigio que nos harán y la represión, el movimiento estudiantil del IPN puede triunfar, y esto sería un gran aliciente para todo nuestro pueblo que ahora está sufriendo los embates del gobierno priista y la oligarquía nacional. Si triunfamos animaremos a otros sectores a luchar. En nuestras manos y capacidad para superar los problemas está nuestra victoria.

 

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