
El jueves 22 de julio, el presidente venezolano Hugo Chávez decidió poner la frontera con Colombia en máxima alerta militar, después que el presidente Colombiano Alvaro Uribe acusara a Venezuela de acoger a las guerrillas de las FARC y exigiera una “comisión internacional de investigación” al respecto. Es razonable suponer que esta provocación del gobierno de Uribe, a pocos días del traspaso de poderes al nuevo presidente Santos, está vinculada a una campaña más amplia contra la revolución venezolana en preparación para las importantes elecciones a la Asamblea Nacional del 26 de septiembre.