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Las revelaciones del programa Panorama, de la BBC, destaparon un escándalo explosivo: el enorme fraude fiscal por parte del banco HSBC, el segundo mayor banco mundial, cometido por algunos de sus clientes más ricos. Miles de archivos filtrados de cuentas bancarias muestran cómo entre 2005 y 2007 la filial suiza del HSBC ayudó a sus clientes a ocultar dinero y cuentas bancarias, asesorándoles además para no pagar impuestos, incluyendo traficantes de armas, narcotraficantes y grupos vinculados al terrorismo jihadista. Las cuentas involucradas sumarían hasta 119.000 millones de dólares.

Las revelaciones del programa Panorama, de la BBC, destaparon la pasada semana un escándalo explosivo: el enorme fraude fiscal por parte del banco HSBC, el más grande del Reino Unido y el segundo mayor banco mundial, cometido por algunos de sus clientes más ricos. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, la BBC, The Guardian y otros medios tuvieron acceso a miles de archivos filtrados de cuentas bancarias que muestran cómo entre 2005 y 2007 la filial suiza del HSBC ayudó a sus clientes a ocultar dinero y cuentas bancarias que no se declaraban a las autoridades fiscales correspondientes, asesorando además a sus clientes más ricos para no pagar impuestos. Las cuentas involucradas sumarían hasta 119.000 millones de dólares.

Además, se ha descubierto que la filial Suiza ofrecía sus servicios a clientes llamados de "alto riesgo" (es decir, criminales), traficantes internacionales de armas, clientes relacionados con sobornos y diamantes de sangre o vinculados con las dictaduras derrocadas de Hosni Mubarak, en Egipto y Zine El Abidine Ben Ali, en Túnez. El banco ofrecía el secreto incondicional de las actividades de sus clientes, a pesar incluso de que algunos de ellos tenían un historial de corrupción y el banco tenía evidencias claras de que muchas cuentas no eran declaradas a las autoridades fiscales.

Entre los clientes relacionados con el fraude fiscal del HSBC se incluyen figuras públicas de alta relevancia, como el rey Abdullah II de Jordania, miembros de la familia real saudita, Bahrain y Omani; artistas commo David Bowie, Tina Turner y Phil Collins; los actores Christian Slater, Joan Collins y John Malkovich; varios pilotos de Fórmula 1, el tenista Marat Safin, la modelo Elle MacPherson; y numerosos magnates de los negocios, como el empresario australiano de los medios de comunicación Kerry Packer, entre otros. Tres de los clientes saudíes eran también miembros de lo que la inteligencia estadounidense llamó la "Cadena de Oro", una lista de veinte nombres estrechamente relacionados con el ex líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden.

De nuevo otro escándalo bancario

Estas revelaciones han causado una ola de noticias internacionales y provocado la indignación de la opinión pública británica; Pero no es una sorpresa. Las cuentas criminales del HSBC en Suiza es sólo el último escándalo de una larga lista de crímenes bancarios repugnantes, descubiertos cuando los contribuyentes británicos salvaron a los bancos en 2008.

El propio HSBC tiene un precedente hace tres años. En julio de 2012, se reveló que la filial norteamericana había ayudado a cárteles de la droga mexicanos, organizaciones y países que figuran en la lista negra de Naciones Unidas, para lavar miles de millones de dólares. La información publicada señala que a través de la filial HSBC estadounidenses, se facilitó el ingreso a Estados Unidos de más de siete mil millones de dólares provenientes de bancos mexicanos vinculados con el lavado de dinero del narcotráfico, según admitió el propio personal del banco. De hecho, el director de control del HSBC declaró que creía que entre el "60% y el 70% del lavado de dinero en México" ¡se había hecho a través del banco!. El Senado de Estados Unidos ya acusó hace dos años y medio al HSBC de facilitar prácticas corruptas a través de sus cuentas, en particular en relación con los cárteles criminales y países sancionados por EE.UU. ¿Qué acciones se llevaron a cabo? una multa a HSBC de 1.900 millones de dólares (menos del 0,1% de los activos totales de HSBC) y la dimisión del jefe del departamento de control – nada más.

Al mismo tiempo, en 2012, estalla en Gran Bretaña el escándalo Libor (tipo de interés del mercado interbancario), implicando a un grupo de bancos en la manipulación fraudulenta de las tasas de referencia del Libor de los bancos londinenses – una práctica que según informaba el Financial Times ocurría desde 1991. Y, en noviembre del año pasado, cinco de los mayores bancos mundiales – JP Morgan Chase, UBS, Citigroup, Royal Bank of Scotland y, una vez más, HSBC – son multados con cerca de 4.300 millones de dólares por las autoridades estadounidenses, británicas y suizas. Se los acusaba de haber manipulado el tipo de cambio de las divisas. El jefe de la sección de economía del canal de noticias Channel 4 del Reino Unido, Paul Mason, se lamentaba en frente de la sede de RBS (Royal Bank of Scotland) de Londres, "¿por qué tenemos que seguir viniendo [aquí]?" El sistema bancario británico - junto con el resto del sistema capitalista - parece envuelto en una serie interminable de escándalos. En este caso, una vez más, nadie fue acusado de ningún delito.

De hecho, en el caso del actual escándalo HSBC, las autoridades francesas interceptaron los archivos en cuestión por mediación del informático que los filtró hace siete años, Hervé Falciani, y fueron transmitidos al gobierno británico en 2010. En los cinco años posteriores, sólo se ha acusado a uno de los 1.100 defraudadores fiscales británicos ricos. El HSBC nunca ha sido juzgado.

Es más, Hervé Falciani, el ex empleado de HSBC que hackeó las cuentas de los clientes del banco para filtrar estos archivos, afirmó esta semana: "esto es sólo la punta del iceberg. Hay más que [las miles de páginas] que tienen los periodistas. También aparecen varios millones de transacciones (entre bancos) en los documentos que transmití. Estas cifras pueden dar una idea de lo que yace en el fondo del iceberg".

Varios cientos de veces de lo que se ha divulgado esta semana podría ser lo que yace en el fondo de este escándalo. Y esto solo referido a un banco - uno de los muchos que estarían implicados en actividades criminales en la última década.

Lo que deja entrever esta cantidad relativamente pequeña de pruebas es la complicidad de la banca mundial, las grandes empresas, los ricos y el gobierno británico, entre otros, en la práctica de lavado de dinero y evasión de impuestos a una escala colosal, inimaginable para la mayoría que no forma parte de esta élite súper rica.

Gobierno de los banqueros, por los banqueros y para los banqueros

David Cameron, el primer ministro conservador británico, haría bien en reciclar su lema de campaña de las últimas elecciones generales: "Estamos todos juntos en esto". Esta vez quizás no sonaría tan hueco; estaría muy claro lo que quiere decir. Es fácil ver para la mayoría de la gente que el gobierno conservador, los bancos y las grandes empresas están unidos, como siempre lo han estado. El diario The Independent revelaba la semana pasada que 27 de los 59 fondos de inversión más ricos de Gran Bretaña habían donado hasta 19 millones de libras al Partido Conservador, incluyendo 10 millones desde 2010. Estos empresarios increíblemente ricos están comprando literalmente su decisión en las políticas del gobierno, incluido su derecho a evadir millones de libras en impuestos cada año.

Ya hemos visto la propensión de este gobierno conservador a contratar criminales, así como su capacidad para restar importancia o encubrir crímenes en los que podría estar implicado, como el escándalo de las escuchas telefónicas del diario News of the World. Andy Coulson fue el director de prensa de News of the World hasta 2007, cuando renunció en medio de las denuncias que lo involucraban en el escándalo, antes de que Cameron lo nombrara jefe de Comunicaciones de Downing Street. Ha salido enseguida de la cárcel, después de ser declarado culpable por espionaje telefónico, una cabeza de turco de Downing Street ya que tan sólo otros trece de los 104 detenidos bajo sospecha de estar involucrados en esa operación criminal altamente organizada han sido condenados. Los demás fueron absueltos de los cargos, incluyendo a la amiga personal de David Cameron, Rebekah Brooks

Del mismo modo, este gobierno no sólo no ha juzgado a los responsables del escándalo HSBC, sino que contrató como ministro de Comercio al hombre que fue Presidente Ejecutivo del Grupo HSBC desde 2006 hasta 2010, durante dieciocho meses durante el período en que se registraron esos hechos escandalosos. Lord Green, quien fue nombrado miembro vitalicio del Partido Conservador en 2010 y fue ministro de Estado e Inversión durante dos legislaturas entre 2011 y 2013, se ha negado a hacer declaraciones desde que estalló el escándalo esta semana. Previamente fue investigado cuando formaba parte del gobierno ya que el escándalo de blanqueo de capitales que involucra a las filiales de HSBC de EE.UU y México estalló en 2012. Al tiempo que dijo "compartir" el "arrepentimiento" que el banco mostró por sus actividades, también afirmó que estaba "orgulloso" de su carrera bancaria.

Asimismo, esta semana no ha habido disculpas desde el gabinete de gobierno por su negligencia e implicación en el escándalo en la contratación de Green. El propio primer ministro defendió a Green el lunes, lo describió como "un excelente Ministro de Comercio". En la rueda de prensa del miércoles eludió cualquier responsabilidad del gobierno por haber estado al corriente del escándalo durante cinco años y haber actuado para evitar el enjuiciamiento de algunos de sus amigos ricos.

Y ¿por qué tendrían que pedir disculpas? La línea estaba trazada desde el principio: este es el gobierno de los financieros y grandes negocios, no del pueblo. Hacer la vista gorda a la estafa de miles de millones de libras del erario público era de esperar de estos políticos; así es como recibieron 13 millones de libras al año en donaciones privadas al Partido Conservador y cómodas posiciones después de jubilarse de la vida pública.

De hecho, en 2011, el gobierno negoció un acuerdo con los bancos suizos al parecer para "erradicar la evasión de impuestos en paraísos fiscales", que incluía la protección de los banqueros del HSBC. El hombre que negoció este acuerdo, Dave Hartnett, en ese momento Secretario permanente para Impuestos en la Dirección de Adunas y Rentas Públicas (HMRC), renunció más tarde de su cargo tras ser acusado de hacer "tratos de favor" a empresas multinacionales, al ofrecerles enormes exoneraciones de impuestos. En enero de 2013, ¡obtuvo un cargo como asesor en HSBC!

¡Por el control de los trabajadores de los bancos y grandes empresas!

Incluso, aunque los presidentes del banco no fueran plenamente conscientes de que los súper ricos saudíes con enlaces directos con Al-Qaeda o los cárteles mexicanos blanqueaban dinero a través de sus cuentas, o que evadieron más de 100.000 millones de dólares en todo el mundo en sólo tres años, muy dudoso por otra parte, su negligencia es fruto del sistema - un sistema amparado por sus amigos del Partido Conservador. Su insaciable carrera con fines de lucro, para ampliar la cantidad de activos a su disposición, el reparto del pastel, hace que todas las demás preocupaciones sean absolutamente secundarias. Los directivos del HSBC no reparaban en el perfil de sus clientes, si éstos aumentaban el flujo de capital del banco y les hacía más ricos. Es un síntoma de la enfermedad del capitalismo: la regulación nunca es una prioridad si hay ganancias de por medio.

Ed Miliband, dirigente del Partido Laborista, tiene razón en llamar la atención sobre la estrecha vinculación de los conservadores con las grandes empresas y el sector bancario; El Partido Laborista tienen razón en preguntarle al primer ministro sobre el señor Green. Pero es necesario ir más allá de la típica farsa del Parlamento y pedir la nacionalización de los bancos bajo el control democrático de los trabajadores. Hoy sabemos que la vasta mayoría de la opinión pública en Gran Bretaña está a favor de volver a nacionalizar los sectores ferroviarios y energéticos.

A raíz de estas últimas revelaciones degradantes nunca ha habido una mejor oportunidad para plantear esta cuestión sobre una base concreta: exigir que los bancos y sus activos se conviertan en propiedad de las personas; que tengamos acceso a los libros de cuentas y que aquellos que han violado la ley se sienten en el banquillo; que las grandes cantidades de riqueza actualmente retenidas por estas instituciones privadas e individuos se conviertan en propiedad pública para reinvertirlas en una sociedad mejor en beneficio de la mayoría, a quien estos escándalos le son totalmente ajenos y repulsivos.

 

Nota de Lucha de Clases

Insertamos aquí una brevísima lista de grandes empresarios y defraudadores españoles incluidos en la Lista Falciani, difundida por elconfidencial.com. De los cerca de 2.700 evasores, apenas ha transcendido la identidad de una veintena.

Emilio Botín, Presidente del Banco de Santander. El mentor de la política de austeridad en España, se calcula que tuvo 2.000 millones de euros evadidos en las cuentas del HSBC en Suiza, y a través de empresas pantalla en paraísos fiscales (Islas Vírgenes, Islas Caimán, etc.). Su hermano Jaime, también tenía otra cuenta.

Familia Luca de Tena, propietaria del diario ABC, evadió 1,33 millones de dólares.

Jordi Pujol, hijo. No ha trascendido el volumen del dinero evadido.

Alicia Koplowitz, ex accionista principal de Fomentos de Construcciones y Contratas, y actual jefa del fondo de inversiones Omega Capital

Max Mazín e hijos, trabajan con fondos de inversión. 2,7 millones de dólares evadidos.

David Hatchwell. Como los anteriores, vinculado al lobby empresarial mundial que trabaja a favor de la política sionista del Estado de Israel. Vinculado al proyecto especulativo fallido de Eurovegas. No ha trascendido el dinero en su cuenta del HSBC.

Familia Prado. No trascendieron datos. Uno de sus integrantes, Borja Prado es el presidente de la compañía eléctrica ENDESA

Instituto de Religiosas San José de Girona. 2,7 millones de euros evadidos. Al parecer, las monjas superioras, confiadas en tener asegurado el paraíso en el cielo, pretendían asegurárselo también en la tierra.

Familia Masaveu, vinculada a la gran banca. Evadieron 5,7 millones de dólares.

Ramón López Vilas, exmagistrado del tribunal Supremo. Llegó a tener en Suiza 2,7 millones de dólares.

Fernando Alonso, piloto de Fórmula 1. Llegó a tener 42 millones de dólares en su cuenta del HSBC.

Alejandra Vallejo-Nágera y su marido. 23 millones de dólares en dos cuentas. Los Vallejo-Nágera son una familia de antigua vinculación con el franquismo.

Javier de Águeda Martín. Ex-Consejero del PP en la Comunidad de Madrid, donde fue Director de Carreteras. Creador de los "peajes en la sombra", red de autopiestas de peaje privadas quebradas y rescatadas con dinero público con cientos de millones de euros. Llegó a tener 363.000 dólares en Suiza.

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