La hipocresía y el doble rasero no podrían ser más evidentes cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de detención contra Putin en el vigésimo aniversario del comienzo de la invasión imperialista de Estados Unidos en Irak.

La utilización por el gobierno del 49.3 el 16 de marzo marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la lucha contra la reforma de las pensiones. Esta aprobación por la fuerza por parte de la Asamblea Nacional fue visto, con razón, como un insulto y una provocación más -e incluso intolerable- por gran parte de la población.

Ayer por la mañana, las acciones bancarias cayeron rápidamente, no solo en EE. UU. y no solo en los bancos regionales, sino en todo el mundo, tras el colapso de los bancos regionales de EE. UU., SVB Financial y Signature durante el fin de semana. ¿Qué causó su colapso y hay implicaciones más amplias?

El jueves 16 de marzo, por undécima vez en 10 meses, la primera ministra Élisabeth Borne invocó el artículo 49.3 de la Constitución francesa para forzar la odiada reforma de las pensiones de Macron sin una votación parlamentaria. Esto, sin embargo, no pasó desapercibido. En las horas posteriores al anuncio de la Primer Ministra, miles de personas se concentraron en la Plaza de la Concordia de París para denunciar la maniobra.

Casi dos meses después del inicio del movimiento contra la reforma de las pensiones de Macron, la clase trabajadora han vuelto a demostrar su determinación de lucha. El martes 7 de marzo, según los sindicatos, cerca de 3,5 millones de personas salieron a la calle en 300 concentraciones en todo el país. Se trata de la sexta jornada de movilizaciones desde el 19 de enero, con cifras récord.

La clase dominante israelí está atravesando una aguda crisis interna. Benjamin 'Bibi' Netanyahu volvió hace apenas un par de meses a ocupar su cargo y está decidido a imponer una serie de reformas judiciales a través de la Knéset (Parlamento israelí). Al hacerlo, ha enfurecido a la mayoría de los grandes capitalistas, que han dado un paso insólito al respaldar la movilización de enormes multitudes en las calles.

La movilización contra la reforma de las pensiones en Francia entra en una fase decisiva. Todas las jornadas de acción desde el 19 de enero han confirmado la magnitud de la oposición a los ataques previstos por el gobierno de Macron contra las pensiones y, más allá, contra toda su política.