Educación - Movimiento Estudiantil
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El 14 de marzo iniciamos un periodo de confinamiento del que conocíamos la fecha de inicio pero no la fecha de finalización. El viernes anterior, alumnado y profesorado dejamos los centros de forma sorpresiva sin poder planificar ni coordinar el seguimiento de las clases y con la incertidumbre creada por una situación nunca vivida hasta ahora por nuestra generación.

Un mes después no sabemos si se reiniciará el curso presencial ni cuándo terminará el confinamiento, aunque todos los indicios apuntan a que no volveremos a pisar los centros junto con nuestro alumnado hasta el curso que viene. Estamos en un estado de EXCEPCIONALIDAD.

Las perspectivas son que aunque, según dicen con más o menos confianza un sector de epidemiélogos, la capacidad de transmisión del covid-19 baje ahora en primavera, meter a nuestro alumnado en clases pequeñas con 30 o más por aula, en las actuales condiciones sería una absoluta temeridad, ahora, o aunque alargasen las clases a julio inclusive.

Ante esta situación, es necesario que el gobierno dé una directrices claras para la finalización del curso actual, teniendo en cuenta las limitaciones digitales que tienen muchas familias y las limitaciones formativas de una parte importante del profesorado. Es decir, se cree que aproximadamente un 5% de los estudiantes más pobres carecen de ordenador, y otro 10% aproximado de familias disponen de ordenadores que no están habilitados para mantener en condiciones adecuadas ninguna clase de videoconferencia que, para las clases de la escuela de idiomas o universidad, es imprescindible. Por tanto, lo primero es que el gobierno de UP-PSOE provea de dichos recursos tecnológicos a las familias más pobres.

Es más, aún con medios y formación del profesorado, nunca es comparable la educación presencial con la educación a distancia, más en una situación de emergencia y en ambiente de confinamiento. Por supuesto, esta situación perjudica al alumnado más desfavorecido socialmente y con necesidades educativas de apoyo específico, donde la segregación se eleva a su máxima potencia.

El Consejo Escolar del Estado declaraba que era “necesario mantener la tensión educativa”. Queda muy clara con esta frase la finalidad del sistema. Para estas señoras y señores, lo importante no es que el alumnado se encuentre en un ambiente difícil, encerrado en su casa con sus familias, sin saber cuándo va a poder salir, sin poder ver a sus mayores, con padres preocupados por el futuro inmediato o que tengan que salir a trabajar estos días sin los medios de protección adecuados. No, eso no es lo importante. Lo importante es mandar actividades por Internet para que te las devuelvan y hacer el “paripé”, sí, el paripé de que las clases sigan impartiéndose desde las casas.

La realidad que viven millones de familias trabajadoras es que, con confinamiento parcial o de “las actividades no esenciales”, igualmente millones de trabajadores están yendo a trabajar en unas situaciones añadidas de presión y miedo, y con una apabullante recesión económica que acaba de estallar, que ha dejado ya a más de un millón de asalariados en paro. Millones de madres y padres, al llegar a casa, se encuentran con profesores que en demasiados casos han avanzado materia, y los padres y madres no pueden explicar a sus hijos las dudas que tienen de inglés, francés o matemáticas. La frustración añadida y la desmoralización que está provocando todo esto es difícil de explicar, pero está siendo muy dañina.

Es de todo punto contraproducente avanzar conocimientos en primaria y secundaria sin proveer de medios materiales ni humanos (profesionales) suficientes para que dichos conocimientos se puedan asimilar de forma correcta.

Esta situación un tanto demencial que estamos viviendo, es fruto de que tenemos un sistema educativo orientado a la competencia y al rendimiento, no a la cooperación ni a la solidaridad, donde rellenar unas cifras estadísticas de supuesto avance en no se qué ránking educativo vale más que el alumnado lea, comprenda y reciba una formación integral como persona. El conocimiento solo tiene sentido si sirve para MEJORAR LA REALIDAD.

Para la evaluación final quedan dos meses. Esta evaluación debe ser EXTRORDINARIA, como las medidas que se han tomado en este Estado de Alarma. Lo justo sería evaluar hasta el 13 de Marzo, consolidar los conocimientos que ya se explicaron en las aulas e intentar trabajar con el alumnado la situación social que estamos viviendo y las perspectivas de futuro al nivel que corresponda. Entender que entramos en una nueva normalidad. La educación debe estar, ahora más que nunca, orientada a las PERSONAS, NO A LOS MERCADOS.

¿Qué alternativa plantear, dado lo excepcional de la situación? Comparto las medidas que se defienden en Mareas por la Educación Pública:

  1. La materia impartida desde que se cerraron los centros no puede ser evaluable dadas las pésimas condiciones, la disparidad de criterios y de métodos que se han empleado, así como de los recursos a los que han tenido acceso tanto el alumnado como el profesorado.

  1. No avanzar materia de ahora en adelante, una vez se retome la actividad tras las vacaciones de Semana Santa. El trabajo telemático que se haga a partir de ahora será exclusivamente de acompañamiento, de repaso y de recuperación.

  1. A efectos de evaluación, el curso se considera cerrado en la fecha en la que se decretó el cierre de colegios en cada comunidad autónoma y solo se evaluarán contenidos desarrollados presencialmente. En consecuencia no habrá 3ª Evaluación y el alumnado que tuviera aprobadas la 1ª y 2ª evaluación se considerará que tiene el curso aprobado. Esto se reflejará en las actas de Evaluación Final que serán en la medida de lo posible presenciales. Conscientes de las particularidades de cada etapa educativa, proponemos que el objetivo de esta evaluación sea el beneficio de cada alumno y alumna. Hay que tener presentes las circunstancias de cada uno, sus posibilidades de acceso a la formación online, tanto por capacidad tecnológica como por la adaptación del currículum que requieren las necesidades educativas especiales. Además esa evaluación debe hacerse consultando con alumnado y familias para tener toda la información y consensuando qué puede ser lo más beneficioso, así como las ventajas o desventajas que podría tener aprobar o suspender una materia.

  1. A partir de la vuelta a la actividad el próximo 13 de abril, la labor de repaso tendrá como principal y prioritario objetivo el intentar contactar y trabajar, a distancia mientras dure el confinamiento, con el alumnado que no haya superado los contenidos impartidos presencialmente hasta la fecha en la que se decretó el cierre de colegios en cada comunidad autónoma para que pueda recuperarlos. Para ello es imprescindible que se cubran todas las plazas de bajas y jubilaciones.

  1. Que este objetivo se pueda lograr, dado que la actividad presencial tardará en retomarse, está condicionado a que se cumpla la promesa hecha desde el Ministerio de que se va a dotar de los recursos necesarios a todo el alumnado que no los tiene a día de hoy. Si no es así, serán los propios centros los que intentarán contactar con ese alumnado y sus familias para informarles de todo esto y valorar la situación familiar y su capacidad para seguir las actividades de recuperación.

  1. En el caso de quienes tengan contenidos pendientes y no cuenten con las condiciones mínimas de dotación y/o no tengan una situación familiar idónea para seguir con el trabajo a distancia, los equipos educativos valorarán preferentemente la opción de promocionarles de curso automáticamente. Esto se reflejará en las correspondientes Actas de Evaluación final.

  1. Las administraciones, los centros y el profesorado contraen el compromiso de llevar a cabo las necesarias adaptaciones de las programaciones del próximo curso. Para ello la administración debe poner los medios adecuados para que también en tiempo normal nadie se quede atrás: menos alumnado por aula y profesor, más docentes, estabilidad de las plantillas, personal y especialistas de apoyo, Equipos de Orientación, PTSC, PTI, AL, ILSE, etc.


https://mareasporlaeducacionpublica.blogspot.com/2020/04/mareas-por-la-educacion-publica-marca.html

Y llegará el próximo curso ¿Podremos comenzar en las aulas?. Debería empezar a preveerse esto para coordinar y reajustar todas las programaciones del curso siguiente. La encuesta que va a realizar el gobierno con 60.000 test de calidad determinará, con un margen de error del 3-4%, el grado de extensión del covid-19 entre el conjunto de la población. Parece extremadamente difícil que, poco a poco, en septiembre u octubre lleguemos a una cifra mínima de inmunización de la sociedad que permita las clases con seguridad. Si acaso, con el alumnado más vulnerable, debería realizarse antes grupos muy pequeños, de 7 u 8 por clase como máximo, con los que previamente trabajar para engancharlos al curso que comparten con sus compañeros: a un gobierno que se llama progresista, de UP-PSOE, debería reclamársele una atención especial para los alumnos con más necesidades.

Como decíamos, tras esta gran crisis sanitaria ha llegado una gran recesión que dejará millones de parados, rebajará salarios y atacará a los servicios públicos, entre ellos, la educación. En Andalucía lo pudimos ver en el 2012 con el despido de 4500 profesores y con una crisis mucho menos agresiva que la que está por llegar. Es tarea de la inmensa mayoría de la sociedad, del movimiento obrero y de la izquierda, defender unos servicios públicos de calidad. Desde Lucha de Clases exigimos que no haya recortes de ningún tipo en Educación. Que esta crisis la paguen los ricos.

LA EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS VALE MÁS QUE LOS BENEFICIOS DE UNOS POCOS.

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