Movimiento Obrero
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UGT y CCOO plantearon hace unas semanas a la patronal CEOE una propuesta de negociación de un acuerdo de subida salarial para los próximos años, hasta 2024. Un acuerdo que es una guía para negociar convenios para empresas y comités, y que tiene un valor meramente consultivo.

El contenido mínimo que plantean es que los salarios crezcan al menos un 13,84% hasta 2024. La propuesta concreta es: 2022, 5%; 2023, 4.5%; 2024, 3,75%. Los sindicatos han propuesto   introducir una cláusula de revisión salarial vinculada a la situación económica de las empresas, “medida por la evolución de su margen de beneficios”. Plantean que haya “una subida salarial adicional a esa subida inicial en función del diferencial entre la subida inicial pactada y la desviación de la inflación de cada uno de los años”. Para valorar la existencia de beneficios en las empresas UGT y CCOO piden al Gobierno “la creación de un sistema de información económica para la negociación colectiva basada en fuentes oficiales y registros actuales, en concreto solicitamos de la Tesorería de la Seguridad Social que genere un listado de empresas cubiertas por cada convenio colectivo, a partir de esos listados la Agencia Tributaria agregaría la información que ya se publica sobre ventas, compras y salarios”.

Los beneficios empresariales siguen rompiendo récords

La propuesta, que tendrá que negociarse con la CEOE, es inicialmente totalmente insuficiente, ya que no cubre ni de lejos el crecimiento de los precios, y es ajena a la situación boyante de las empresas. Los datos de beneficios publicados por El País el 4 de marzo son elocuentes, las 120 empresas cotizadas en la Bolsa ganaron 61.528 millones de euros en 2022,   lo que les ha permitido alcanzar el segundo mayor beneficio de toda su historia. Además supedita la recuperación de la totalidad del IPC a la existencia de beneficios en las empresas.

Los trabajadores sufren la mayor pérdida de poder adquisitivo en 40 años

La situación de los trabajadores es radicalmente distinta, la inflación y la congelación de salarios ha acelerado el retroceso ya existente del poder adquisitivo de los trabajadores. Como afirma Angel Talavera de Oxford Economics: “los salarios reales, (descontando a la remuneración media la inflación) pactados en los convenios colectivos están sufriendo la mayor caída en 40 años...”.

La media de incremento salarial en 2022 fue de 2,8% y solo el 13,2% tenía cláusula de revisión. Por lo tanto y solo en el año 2022, con un IPC medio de 8,4% y con la subida media de 2,8% los trabajadores perdieron 6 puntos de poder adquisitivo. A eso hay que añadir la pérdida de poder adquisitivo del 2021 que tuvo un IPC de 6.5% y una subida salarial media de 1,5%. Estas pérdidas aceleran el empobrecimiento de la clase obrera con el agravante de que la subida del precio de los alimentos redobla el daño de la inflación en los pobres frente a los ricos, se ensaña más con los trabajadores que tienen que dedicar una mayor parte del salario a alimentación y energía. Según la encuesta del Barómetro de 40dB publicada por El País el 6 de marzo, más de uno de cada dos encuestados llegaban con dificultad a fin de mes o había tenido que endeudarse o echar mano a sus ahorros para hacerlo.

A Garamendi, CEOE, le parece positiva la propuesta

La CEOE según publicó el País el día 1 de marzo valora positivamente la propuesta de que las cláusulas de revisión salarial estén supeditadas a los beneficios de las empresas: “Es un paso en la onda que siempre hemos dicho. Tiene todo el sentido que puedan subir más en aquellos sitios en los que vayan las cosas mejor y no puedan subir tanto en aquellos sitios donde puedan subir menos”. Esta valoración manifiesta claramente la confianza de los empresarios en que, con este acuerdo, su situación de ventaja en la negociación colectiva seguirá siendo favorable. Han conseguido que las direcciones sindicales acepten un concepto que les favorece: los salarios solo se revalorizarán con el IPC cuando haya beneficios.

La recuperación de la totalidad del IPC se supedita a la existencia de beneficios

Aceptar este principio supone un paso atrás. En vez de una cláusula de aplicación general como era la norma , todos los trabajadores deben recuperar el poder adquisitivo perdido, ahora la revisión salarial se limita a los trabajadores de aquellas empresas que tengan beneficios empresariales comprobables a través del sistema de información que se propone. Esto para empezar excluirá a millones de trabajadores de la revisión salarial.

Hay que tener en cuenta varios factores, entre otros, la maraña de leyes que permiten a las empresas eximirse de pagar impuestos y de manipular y maquillar los resultados para conseguirlo, el último ejemplo es Ferrovial, que como informa el País el 3 de marzo, no ha pagado nada por el impuesto de sociedades desde 2020, y solo ha pagado en tres ejercicios en la última década. Esto no es la excepción, es la norma en este país en el que los “paganos” somos los asalariados, cuando trabajamos con el IRPF o cuando compramos, con el IVA. Hablar por tanto de vincular salarios a beneficios es peligroso para los trabajadores porque si es necesario manipularán y escamotearán los resultados para que no los haya. .

Otro de los factores a tener en cuenta es el tamaño de las empresas. Según datos del INE del 2022, el 96% de las empresas españolas tienen nueve o menos trabajadores. En estas empresas el 53% de los trabajadores cobró menos de 1366,5 euros brutos al mes.

Con estas propuestas de UGT y CCOO esta situación no va a cambiar, los salarios seguirán perdiendo poder adquisitivo. Los trabajadores han tratado de responder a la ofensiva de los precios pero las direcciones sindicales se han negado a impulsar la conflictividad laboral por su nula confianza en la capacidad de lucha de la clase obrera y los muchos hilos que les atan a la patronal y al gobierno. Ni estos últimos , ni por supuesto los trabajadores se toman en serio ya sus amenazas de movilización y sus consignas como “Salario o Conflicto” con que amenazaban en otoño y cuya escenificación fue penosa, ni salario ni conflicto, sino vistosas procesiones de un puñado de delegados para llenar unos segundos del telediario.

Luchar por el poder adquisitivo de los salarios. Democratizar y crear corrientes antiburocráticas de oposición en UGT y CCOO

El auge de las luchas por recuperar el poder adquisitivo seguirá debido al mantenimiento de inflaciones altas los próximos años, debemos exigir la escala móvil de precios salarios, la nacionalización de empresas que cierren o despidan con beneficios, para ello es necesario democratizar los sindicatos y crear corrientes antiburocráticas   de oposición en UGT y CCOO que luchen para recuperar estos sindicatos para la lucha.

Marzo 2023. Vitoria Gasteiz.

Imagen de portada: Europa Press

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