Victoria de la huelga de la plantilla de Procavi-Adecco

Una vez iniciada la huelga, al primer día, la empresa retiró sus medidas de ataque tal cual estaban planteadas, presentando una oferta de acuerdo que fue rechazada de plano por la asamblea de trabajadores, por la endeblez de los términos de la retirada y la insuficiencia de las garantías presentadas. Al segundo día de huelga, los trabajadores respondieron con una contraoferta donde se recoge principalmente:

1. La revocación de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, que iba a cambiar turnos (incluyendo trabajar sábados por la tarde), horarios y reducir jornadas de 40 a 32 horas semanales. Se garantiza el respeto al calendario laboral del año 2019.
2. Dar continuidad a todos los contratos actuales, con independencia de ser fijos o eventuales.
3. Cumplimiento del devengo de las horas cómputo.
4. La introducción de un sistema de métodos y tiempos para el pago de los incentivos de productividad, de la misma forma que se hace en el caso de la plantilla de la matriz. Mientras no se hace efectiva la puesta en vigor, se pagará el plus de convenio mejorado, pasando de 132 euros que marca el convenio del sector a 250 euros. El sistema de incentivos definitivo se estima que estará en funcionamiento en 2 meses, tras lo cual se seguirá cobrando el plus del convenio, en las cuantías y términos señalados en el mismo, más los incentivos por productividad.
5. La mejora de las condiciones de trabajo (horarios y turnos) del grupo que se iba a desmantelar (dp7), debiendo pactarse con el comité de empresa y pasar por asamblea en caso de alguna afectación al resto de grupos. Fecha de mejora, 20 de abril.

El aparcamiento de la fábrica, vacío el primer día de huelga. Foto: Plataforma apoyo a la dignificación de las condiciones laborales en Procavi

Con esta victoria se demuestra, una vez más, que la LUCHA SIRVE, que los feroces métodos de explotación pueden ser combatidos y vueltos del revés.

El conjunto de la plantilla ha dado un ejemplo de combatividad desde el primer minuto, secundando unánimemente la convocatoria de huelga y participando masivamente en los piquetes informativos. También reivindica el papel central de la participación y control de los propios trabajadores de la negociación, combinada con la presión. Esta vez, ningún grupo de asesores sindicales podía firmar un acuerdo sin el visto bueno de la asamblea. En junio pasado tuvimos una amarga experiencia de la que aprendimos, cuando a espaldas de los trabajadores se cerró por parte de CCOO y UGT, con la oposición del SAT y la mayoría del comité de empresa, un acuerdo insatisfactorio e infructuoso que conllevó la desconvocatoria de la huelga aprobada por la plantilla.

Los sindicatos, como herramienta, son válidos cuando los propios trabajadores controlan los objetivos, las líneas rojas y términos. Esta vez, las tres secciones sindicales presentes en el comité de empresa iban mandatadas por la asamblea para firmar o no firmar qué condiciones.

El resto de secciones de la fábrica, encuadradas por ahora en diferentes subcontratas, tienen un buen espejo donde mirarse. El ejemplo de los combativos trabajadores y trabajadoras de Adecco, han señalado que SÍ SE PUEDE, como se gritaba una y otra vez en las diferentes asambleas.