La historia de los pueblos que se han abandonado forzosamente en el Alto Aragón para construir pantanos, no es algo que se pueda denominar reciente. Desde muchos años, pueblos como Mediano en Sobrarbe, fue desalojado para construir el embalse que lleva el mismo nombre. Pese a sus utilidades se perdió una pequeña parte de la cultura del Alto Aragón. Cuando el nivel del embalse lo permite, se puede ver la torre de la iglesia, como si quisiese escapar de ese ahogamiento al que se le forzó. Aunque no lo parezca, cada vez que un pueblo se abandona, junto a él mueren su historia, sus leyendas, y por último su gente.
Algo parecido pasó con Janovas, también en el Sobrarbe. Este pueblo también se desalojó a la fuerza durante la dictadura, en los años cincuenta, para construir un nuevo embalse. Los habitantes sufrieron un gran acoso durante el franquismo y algunos fueron expulsados por la guardia civil. Los pocos que seguían viviendo en el pueblo fueron presionados por Iberduero, actualmente Iberdrola, que incluso llegó a dinamitar sin ninguna seguridad las casas que ya estaban abandonadas, para que abandonasen sus casas, su historia, y su pasado. Pese a todo esto un matrimonio Garcés, Emilio y Francisca, siguieron viviendo solos en el pueblo hasta 1984. A día de hoy el embalse todavía no se ha construido, ni se prevé en un futuro próximo.
Algo parecido pasó hace poco tiempo con un pueblo llamado Yesa, otro pueblo que se iba a sumar a la triste lista de pueblos que se han forzado al abandono, varias asociaciones y grupos políticos fueron a impedirlo en una concentración pacifica, ahí empezó la triste historia de los 8 de Yesa.
El día 10 de octubre de 2012, en las inmediaciones de Artieda (Zaragoza), se realizó la concentración pacífica contra las expropiaciones que la CHE (Confederación hidrográfica del Ebro) está llevando a cabo para la realización del recrecimiento del pantano de Yesa. La guardia civil, cumpliendo órdenes del delegado de gobierno en Aragón, cargó con gran brutalidad contra los concentrados, dejando a una docena de heridos y contusionados. Una serie de videos fueron grabados en los que se demuestra que los manifestantes fueron totalmente pacíficos, y se puede ver el rastro de heridos que dejaron los guardias civiles a su paso. Tras un mes comenzaron a llegar imputaciones a distintas personas de forma aleatoria, pidiendo penas de cárcel que de dos años y medio a 6 años, que en total sumaban 36 años y 300 días, e indemnizaciones en un total de 22.020 euros en total.
Sin dudarlo recurrieron estas imputaciones, tras una serie de juicios, se podría decir que se “reconoció” que la manifestación fue pacifica, puesto que se limitó la sentencia al pago de una multa, sin incluir penas de cárcel.
Sin restar importancia a las demás personas que participaron, y aún menos a los que con su heroico ejemplo han demostrado tener razón, entre los 8 imputados se encontraba el actualmente diputado de Podemos por Huesca, Jorge Luis, que junto a sus demás compañeros y compañeras, y con apoyo de organizaciones tanto políticas como Purna, o la propia plataforma de “Los 8 de Yesa”, han conseguido difundir un caso de brutalidad tanto contra los manifestantes, como contra el propio pueblo. Gracias a su ejemplo, Yesa todavía respira.
Casos como estos ha habido por toda la geografía española, y cabe esperar que por desgracia seguirán apareciendo casos así, por eso considero que este articulo ayudará a difundir un poco más un caso que mediáticamente ha sido ignorado casi por completo.
Un saludo. Francisco Javier Colomes Remolins.
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