En la tarde del 7 de abril la ultraderecha de Vox ha consumado su provocación en el barrio obrero de Vallecas. La plana mayor del partido, con Santiago Abascal a la cabeza y acompañada de unas pocas decenas de seguidores, se han posesionado de la Plaza Roja de Vallecas (oficialmente Plaza de la Constitución) rodeados de un intimidatorio cordón policial que los separaba de la multitud de vecinos y antifascistas.

No es casualidad que, en otros países y capitales de occidente, como Alemania, Francia, Suiza o EEUU, ya hayan introducido algunas medidas de control de los precios de alquiler mientras que en el Estado español surjan tantas reticencias en el seno de un Gobierno comandado por el PSOE

La entrada en prisión de Pablo Hasél ha provocado una verdadera explosión entre la juventud del Estado español. Después de 10 días intensos de movilizaciones, es necesario hacer un balance de cómo se está desarrollando esta lucha hasta el momento.

Una conocida aplicación de la “teoría del caos” afirma que, en determinadas condiciones atmosféricas, el simple aleteo de una mariposa en un lugar remoto del planeta puede provocar perturbaciones, en progresión y con energía creciente, hasta culminar en un huracán en la zona opuesta del mundo. El “efecto mariposa” de Murcia ha provocado un huracán en Madrid, que a su vez ha enviado réplicas más poderosas a todo el Estado.

El Régimen del 78, sus mercenarios en los medios de comunicación, incluida la TVE pública “progresista”, y en sus partidos, han soltado sus perros de presa de la pluma y de la porra contra la juventud valiente que se rebela contra un sistema corrupto y represor. La clase obrera debe reaccionar. Los casos de Hasel y Linares deben actuar como una grave advertencia.

La pandemia de coronavirus y la crisis económica y social inducida por ella han colocado sobre los hombros de la mujer trabajadora la carga principal de los problemas derivados de todo ello. En este artículo se analiza a fondo esta situación en el caso del Estado español.

Las declaraciones de Pablo Iglesias denunciando la “anormalidad democrática” española han provocado la airada reacción de todo el Régimen del 78. Pero Pablo Iglesias ha señalado lo elemental: España es el país del mundo con más artistas presos, los reyes pueden delinquir sin consecuencias penales, hay exiliados y presos políticos, la policía y la prensa son utilizadas para perseguir a oponentes políticos, y la casta judicial escapa a todo control popular.