Entre enero y noviembre de  2017, 43 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas por el hecho de ser mujeres, por  ser tratadas como seres inferiores por parte de sus asesinos, una violencia ideológica a través de la fuerza, a través del terror: terrorismo machista. De ellas, un 18% habían acudido a las autoridades.

Las ideas del feminismo han encontrado tradicionalmente apoyo en las universidades, y estas ideas están actualmente disfrutando de un aumento de popularidad entre los estudiantes. En un momento en que las ideas del marxismo también están encontrando un eco creciente en el movimiento estudiantil, ¿qué actitud deben tomar los marxistas hacia las diferentes ideas feministas? ¿Hasta qué punto son compatibles estas escuelas de pensamiento? ¿Cuáles son los puntos de discordia entre ellas? Y ¿qué significa llamarse uno mismo "marxista-feminista"?

La crisis del capitalismo ha dado lugar a un clima de cuestionamiento y movimientos de masas en todo el mundo. Desde el movimiento de los Indignados en España, hasta la ocupación de la Plaza Syntagma, en Grecia y, más recientemente, el de la Nuit Debôut en Francia, los jóvenes comienzan a actuar y desafiar al sistema capitalista. Como parte de este estado de ánimo general, en los últimos años también han aparecido varios movimientos espontáneos contra las múltiples formas de opresión, que diferentes capas de la clase trabajadora experimentan bajo el capitalismo.

Artículo original publicado por Fightback, Canada

La elección de Donald Trump en Estados Unidos y el auge de Marine Le Pen en las elecciones presidenciales francesas han sido, naturalmente, recibidas con alarma por millones de personas en todo el mundo. Algunos incluso, han advertido de un nuevo auge del fascismo. Como marxistas, creemos que es importante no sustituir un análisis serio por el alarmismo y la exageración. En este artículo, Rob Sewell –editor de Socialist Appeal– pregunta: ¿Qué es el fascismo? y ¿es una amenaza inminente hoy?

Sólo en lo que llevamos del año 2017, treinta y una mujeres y cinco menores han muerto por la violencia machista, prácticamente una víctima cada cinco días. Sólo en el fin de semana del 26 al 28 de mayo, han sido asesinadas tres mujeres en Madrid y en Murcia. La persistencia de esta lacra y la dejadez del Estado burgués a la hora de atajarla obligan a las organizaciones de la clase trabajadora a ponerse al frente de la lucha contra la violencia machista y a ofrecer una alternativa para acabar con esta lacra, inseparable del sistema de dominación capitalista.

En este presente tan convulso que vivimos, en el que la lucha de clases se agudiza y la crisis estructural del capitalismo parece no tener fin, en el que un presidente racista y machista, entre otros adjetivos, es elegido en EE. UU. mientras la ultra derecha avanza por Europa, es importante volver a explicar por qué es un peligro atomizar y dividir las luchas. Debemos entender cuál es el riesgo de olvidar el concepto de la lucha de clases, la visión clasista de la historia y la lucha por la emancipación del proletariado.