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La complejidad del momento político actual en Bielorrusia y la participación activa de la clase trabajadora en los acontecimientos fueron descritos por nosotros en dos artículos anteriores (aquí y aquí). Pero ahora también tenemos informes más detallados de la escena, que reflejan mucho más vívidamente tanto la naturaleza de la movilización de los trabajadores del país como del impacto de esta movilización.

El modelo nórdico es alabado tanto por la derecha como por la izquierda reformista. Cada uno de estos bandos saca sus propios argumentos basándose en características del modelo nórdico que son favorables a su ideología: que si la derecha dice que allí el salario mínimo no existe y que por eso no hay paro, que si la izquierda reformista habla de empresas estatales que funcionan bien, etc.

La siguiente es una declaración sobre la situación que está desarrollándose en Bielorrusia ¡Por una huelga política general! ¡Abajo el régimen de Lukashenko! ¡Por el socialismo y la democracia genuina!

Este año ha sido extraordinario en la política irlandesa. Los partidos políticos dominantes, Fianna Fáil y Fine Gael, recibieron un golpe terrible en las elecciones de febrero, tanto que los partidos que una vez tuvieron el 80 por ciento en las elecciones han visto reducido su voto combinado como primera opción al 43 por ciento.

Semanas después de conseguir una victoria electoral aplastante, el régimen del presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, y su Partido Serbio Progresista se enfrentan a una creciente insatisfacción y disturbios civiles. Hay muchas razones legítimas para los disturbios. La mayoría de la gente está furiosa por la mala gestión criminal de la crisis COVID-19, y profundamente preocupada por el inminente desastre económico.

La pandemia de coronavirus ha expuesto el cinismo, la incompetencia y la descarada deshonestidad de la pequeña camarilla que dirige Gran Bretaña. La máscara ha sido arrancada para exponer la horrible cara de los privilegios de clase. Como explica Alan Woods, la gente está harta de ser tratada con desprecio. Johnson, Cummings y el resto están destinados al basurero de la historia.