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 La reforma de pensiones

La primera novedad de la nueva Ley de Pensiones es la reducción de la edad para acceder a la pensión de viejez de 60 a 58 años para todos los trabajadores, a 51 años para los trabajadores de interior mina y a 55 para las mujeres que hayan tenido 3 hijos.

El aumento de las pensiones será financiado con un Fondo de Solidaridad en base al cual se establece un mínimo y un máximo para las pensiones en relación al último sueldo (véase grafico). La tabla que publicamos – elaborada directamente por los expertos del Ministerio de Economía y Finanza Publica – se refiere a un trabajador con 35 años de aportes. La diferencia entre la pensión establecida por la nueva ley (fila Pensión final) y la vieja (fila Pensión Ley 1732), es evidente.

La cuestión de los aportes

Sin embargo el aporte para financiar la Fracción Solidaria recae todo sobre los trabajadores. Las cotizaciones directas aumentan de 10,5% a 12,5%, así un trabajador que gane un sueldo bruto de 3000 Bs mensuales se vería descontar 375 Bs cuando antes su aporte obligatorio era de 315 Bs. Además se descontará un 20% de las primas de riesgo y la base de cálculo no será el sueldo efectivamente percibido por los trabajadores sino el “total ganado”, debiendo incluirse en esto cualquier bono y otra asignación antes de la deducción de impuestos. Es decir se hará objeto del cálculo de las cotizaciones también el aguinaldo o los viáticos por ejemplo.

El Estado no aporta nada y los patrones, la parte más económicamente fuerte, aportarían con un simbólico 3% sobre las planillas. Cuando se jubilen los trabajadores que no tienen derecho a las  Compensaciones de Cotización (CC en la tabla) que corresponden a los que aportaron al viejo sistema de reparto, deberá aumentar la fracción solidaria para lograr la misma pensión. Consecuentemente deberán aumentarse los aportes solidarios o reducirse las pensiones, caso contrario se corre el riesgo de una implosión de todo el sistema.

Las revisiones periódicas

El Ministro Arce asegura que la ley es sostenible por 35 años, pero la propia ley prevé la posibilidad de revisar cada 5 años tanto los porcentajes de aportes como los límites solidarios. Esta es una clausula de seguridad para las finanzas del gobierno pero representa una amenaza para los trabajadores.

Si de aquí a 5 años por errores de cálculo del ministro o por una crisis económica faltasen recursos, el gobierno de turno podrá aumentar las contribuciones a cargo de los trabajadores o reducir las pensiones. Un error de cálculo ya ha sido cometido por el Ministro Arce al afirmar que hay 30mil trabajadores en edad de jubilarse cuando son 168mil los que podrían hacerlo, generando presiones sobre el sistema de financiamiento de la ley (fuente: Autoridad de fiscalización y control social de pensiones, www.ap.gob.bo)

¿La más avanzada reforma de América?

El Vicepresidente ha definido esta Ley de Pensiones como la “más avanzada de América”. Es verdad que se reduce la edad para jubilarse pero este no es un progreso absoluto porque en Bolivia se sigue viviendo mediamente 10 años menos que en Argentina o Chile por ejemplo. Además desde el punto de vista de la cobertura previsional nuestros vecinos están mejor. Las Pensiones rurales de Brasil son financiadas con recursos fiscales. En Argentina, donde el Estado aporta con un 40% a todo el sistema de pensiones, la cobertura del mismo alcanza a nueve de cada diez mujeres de más de 60 años y hombres mayores de 65.

Sin aporte estatal y sin un congruo aporte patronal será imposible lograr la misma cobertura en Bolivia, pese a los solemnes objetivos de universalidad y solidaridad de la ley. Un zafrero que trabaja por determinados periodos al año en la zafra y con lo que gana debe vivir el resto del año no podrá cotizar para su jubilación. De igual manera aquel 48% de los trabajadores bolivianos que no tienen seguridad laboral. Es verdad que en la Argentina el aporte estatal genera presiones sobre las finanzas estatales. Pero esto solo porque los patrones no aportan y el sistema fiscal no incluye una fuerte tasación progresiva de grandes capitales y rentas.

¿El mejor acuerdo posible?

Se afirma que con 35 años de aportes un trabajador se jubilaría con el 70% de su último sueldo, como pedía la COB. Sin embargo como se puede apreciar de la tabla un trabajador con un sueldo de 3500 Bs se jubilaría con 2.328 Bs (el 66%) y si ganase 4000 Bs recibiría una pensión de 2400 (el 60%). Un minero que quisiera jubilarse a los 51 años con una jubilación digna debería haber empezado a trabajar a sus 16 años para sumar 35 años de aportes. En fin la reforma de pensiones va en la justa dirección pero no la recorre hasta el final. Solo introduciendo el aporte estatal, elevando el aporte patronal y tasando capitales y rentas podrá lograrse el objetivo de una pensión digna para todos.

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