El 15 de mayo se produjo un tsunami de manifestantes contra los recortes en la educación y las contrarreformas de las pensiones en Brasil. Más de 1,5 millones salieron a las calles en más de 200 ciudades de todo el país durante la huelga nacional de la educación contra las últimas medidas del gobierno de Bolsonaro, que incluyen un recorte del 30 por ciento a los presupuestos universitarios. A pesar de su bravuconería, el gobierno es débil y está dividido. La consigna de "Fora Bolsonaro" (Fuera Bolsonaro) resonó ampliamente. Ciertamente, Brasil no está en las garras del fascismo. Lejos de eso. Ahora es el momento de preparar una huelga general para derribar a este gobierno.

La delegación de Homicidios de Río de Janeiro y el Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado arrestaron al sargento retirado de la Policía Militar (PM), Ronnie Lessa, y el ex PM, Elcio Vieira de Queiroz (expulsado de la fuerza) por la implicación en el asesinato de Marielle y del chofer Anderson.

Terminada la primera vuelta de las elecciones presidenciales Haddad y el PT se despojaron de su camisa roja usada para reanimar a los petistas melancólicos y se pusieron trajes respetables con camisas blancas, cambiando los símbolos de la campaña del PT por los colores de la bandera de Brasil –verde, amarillo y azul– retirando las fotografías de Lula y escondiendo el color rojo del PT. 

La victoria de Bolsonaro es la demostración del colapso político del régimen de la "Nova República" y del pacto social efectuado con la Constitución de 1988. Es también la demostración del colapso de la "Democracia" para enormes sectores de las masas, además, la mayoría (electores de Bolsonaro, votos blancos, nulos y la abstención) dejó claro que poco le importa "esta democracia", e ignoró los llamamientos de Haddad / PT y otros, para "defender la democracia", que sólo han hecho hasta ahora empeorar sus vidas y ampliar su sufrimiento y la angustia permanentemente.

Bolsonaro venció en la primera vuelta y tiene la posibilidad de ser el próximo presidente de la república. Recibió el apoyo de cerca del 33% de los 147 millones de electores. Haddad recibió el apoyo de cerca del 21% de los electores. Del total de electores, el 27,32% (más de 40 millones) decidió no votar a ningún candidato. Esta es la expresión del sentimiento que atraviesa las calles. El recuento de los "votos válidos" por la Justicia Electoral produce la falsa impresión de que el ganador tiene la mayoría de la población a su lado.

Bolsonaro ganó la segunda ronda de las elecciones presidenciales con un 55 por ciento de los votos, derrotando a Haddad –el candidato del Partido de los Trabajadores (PT)– quien recibió el 45 por ciento. Cualquier esperanza de un milagro de última hora quedó frustrada. Este resultado es un revés para la clase obrera y los pobres. Necesitamos comprender qué significa esto, qué condujo a esta situación y qué estrategia debe seguir el movimiento obrero con respecto a este gobierno reaccionario.

La prensa burguesa está haciendo lo posible y lo imposible para enterrar las manifestaciones del 29 de septiembre contra el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro y la disposición a la lucha que allí se expresó.Se realizan comparaciones descabelladas con los actos "pro-Bolsonaro" del día siguiente, que fueron decenas de veces inferiores, y se omiten hechos como las manifestaciones espontáneas que se realizaron en el transporte público antes y después de las manifestaciones.Sin contar sus "encuestas" de intención de voto y el análisis de ellas, usadas para mostrar que las manifestaciones "ayudaron" a Bolsonaro en vez de combatirlo.