La victoria de Pedro Castillo en las elecciones presidenciales peruanas es un gran terremoto político, que refleja la enorme polarización social y política en el país andino. La clase dominante ha sufrido una enorme derrota por parte de las masas, de la mano del sindicalista magisterial combativo a la cabeza de un partido, Perú Libre, que se describe como marxista, leninista y mariateguista.

La elección intermedia de 2021 ha tenido una gran participación para ser una elección de esta índole, quizás consiga ser la de mayor participación en su tipo con un 52%. La votación se ha polarizado en dos bandos: los partidos y candidatos que apoyan al presidente y quienes están contra AMLO. Dada su debilidad, la derecha se unificó en una alianza del PRI, PAN y PRD.

A pocos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, Pedro Castillo tiene una ventaja muy estrecha sobre su rival, Keiko Fujimori. La elección revela la enorme polarización política en el país andino, que ha sido devastado por la pandemia de la COVID-19.

El Partido Comunista de Cuba celebró su 8º congreso en la Habana del 16 al 19 de abril, coincidiendo con el 60 aniversario de la proclamación del carácter socialista de la revolución, en la víspera del intento de invasión en Playa Girón. El congreso culminó el proceso de relevo de la dirección histórica en un contexto de grave crisis económica y de peligrosas reformas económicas.

Se cumplen ya 22 días de Paro Nacional después de que fracasara la última reunión del presidente Iván Duque con una delegación del comando nacional del Paro Nacional. De lo que se trata ahora es de organizar el movimiento desde abajo para presentarse como una alternativa de poder sólida al putrefacto régimen capitalista colombiano.

Las últimas semanas  han sido un carrusel de emociones, el cumplimiento de un mes de paro dejó claro que el movimiento no está muerto y que la violencia estatal tiene siempre un nuevo escalón de crueldad al cual descender.  La audacia de las mayorías les ha llevado, acertadamente, a hacer un llamado para conformar la Asamblea Nacional Popular, haciendo frente al vacío de liderazgo dentro del paro.

Los resultados de las elecciones a la Convención Constituyente en Chile durante el fin de semana representan un terremoto político, con un fuerte rechazo de todos los partidos establecidos, lo que puede entenderse como la expresión política (distorsionada) de la insurrección de 2019.