La economía mundial se encuentra en un estado de caos y colapso, las cadenas de suministros se quiebran al enfrentarse a un aumento de la demanda con una producción limitada y el aumento del proteccionismo. El capitalismo está en crisis. El mercado no funciona. Necesitamos una revolución.

Una filtración de hasta 2,94 terabits de archivos ha levantado parcialmente el telón de los acuerdos y activos offshore de cientos de multimillonarios, líderes mundiales y funcionarios públicos. Esta filtración ha puesto de manifiesto el tremendo parasitismo de la clase dominante, con un total de entre 5,6 billones de dólares y 32 billones de dólares en riqueza en el extranjero.

En medio de la pandemia, algunas partes de la economía están en auge. Las inversiones especulativas continúan de manera frenética. Las últimas modas impulsadas por las celebridades, los NFT y las SPAC, se encuentran entre las locas expresiones de este torbellino de especulaciones.

Un nuevo informe revelador de Credit Suisse ha expuesto cómo en 2020 el 'club de los millonarios' creció dramáticamente, a pesar de que el capitalismo fue mantenido con respiración asistida, a medida que la desigualdad de riqueza aumentaba enormemente. Estados Unidos vio la creación de 1,73 millones de nuevos millonarios; Alemania, 633.000 y Australia más de 300.000.

La pandemia ha tenido el efecto de intensificar la crisis de sobreproducción que comenzó en 2008, exacerbando aún más las contradicciones del sistema capitalista. Como resultado, estamos siendo testigos de un profundo cambio en las políticas llevadas a cabo por las clases dominantes de los principales países imperialistas.

En 2008, Satoshi Nakamoto llevó a cabo la primera transacción digital de bitcoins estableciendo el llamado Genesis Block -bloque génesis-. Este iba a ser el comienzo de una nueva era para el dinero y el sistema de pago, pero la historia no se desarrolló de acuerdo con los objetivos originales del creador del Bitcoin. Las monedas digitales realmente tienen el potencial de cambiar el panorama económico. El problema es que, en condiciones capitalistas, no se utilizarán para ayudar a la gente corriente sino a los banqueros que desean lucrarse. Nota: este artículo fue escrito en diciembre de 2020.