Educación - Movimiento Estudiantil
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El gobierno de derechas de la Junta de Andalucía está lanzando un ataque sin precedentes contra las universidades públicas de la comunidad mediante recortes en su financiación, que amenazan el acceso a la enseñanza superior y miles de puestos de trabajo. En este artículo, explicamos cómo se están llevando a cabo estos recortes y la necesidad de una movilización unitaria para hacerles frente.

Situación previa: Recorte de 2019

A finales de 2019 el trifachito empezó sus ataques para desmantelar la universidad pública andaluza. Este recorte, no se hizo de manera directa, sino encubierta. Consistió en hacer pagar con los fondos remanentes, unos ahorros que tienen las universidades, los salarios del PDI (Personal Docente Investigador) y PAS (Personal de Administración y Servicios), a la vez que aumentaban ligeramente el presupuesto de dichas universidades. Básicamente es como si un niño paga con lo que lleva ahorrado cosas tan esenciales como el transporte, a la vez que le subimos un poquito su paga, la ecuación nos acabará dando un déficit en las cuentas de nuestro niño.

Es importante resaltar que estos fondos remanentes no provienen de un exceso de financiación, sino que es dinero que debería haberse destinado a proyectos diversos de investigación.

La financiación ha incrementado concretamente un 3,93%, pero los gastos incrementaron este año un 7%. Esto es debido a que cada año se sube el salario de los empleados de la universidad un 2%, además de otras obligaciones legales que cuestan dinero.

Vemos como en Andalucía se gastó un 0,8% del PIB en universidades, cuando en el Estado español se gastó un 1,2% (porcentaje mayor antes de los recortes a nivel estatal). Mientras tanto, la privada crece a costa de la pública, este es un fenómeno que se ha dado en todo el Estado. En Andalucía vemos como la universidad privada Loyola abría un nuevo campus con unos terrenos cedidos gratuitamente por el Ayuntamiento de Dos Hermanas, en manos del PSOE. El mismo Juanma Moreno reconoció que hay que colaborar con la universidad privada, que es un aliado estratégico, lo será si su estrategia consiste en privatizar los servicios públicos que tanto ha costado conseguir.

Tras el recorte de 2019 la situación de los remanentes quedó de la siguiente forma:

 

 Fuente: Junta de Andalucía

 


Situación actual: Recorte de 2020

Tras la pandemia del COVID-19, el gobierno de la Junta decidió recortar, esta vez, de manera directa, del presupuesto de las universidades públicas aproximadamente un 10% de su financiación, es decir, 135 millones de euros. Algunas universidades podrán aguantar con los remanentes que tienen, pero hay universidades, que ya habiendo visto mermados sus remanentes con el recorte anterior, tendrán que hacer ajustes. Como podemos ver en la tabla anterior las universidades más afectadas son la UCO, la UGR, y la UPO. Decir que este segundo recorte no les obliga a usar sus remanentes, como si lo hace el recorte anterior (para pagar los salarios de PDI y PAS), lo que no debemos olvidar es que este nuevo recorte se trata de un recorte brutal y directo, y que la combinación de estos dos recortes va a debilitar severamente la educación pública, que es un derecho básico.

Para aumentar el dinero de lucha contra el COVID-19 (que podría invertirse en traspasar dinero público al sector privado), la Junta ha incrementado su deuda 300 millones de euros, de los cuales 125 millones se tendrán que invertir en las universidades. Este dinero no será repartido entre ellas según las necesidades de cada universidad, sino en función del alumnado que posean. Bueno, ¿parece que las universidades recuperan algo no? ¡Cuidado, hay que fijarse en los detalles! Ya de por sí ese dinero que ¨recupera¨ no es suficiente, ya que en 2019 se recortaron 40 millones y en 2020 se recortaron 135 millones, 175 millones recortados contra 125 millones ¨recuperados¨, pero el truco no está ahí.

La Junta afirma que invierte 1795 millones en investigación, sin embargo, en esta última partida, un total de 415 millones han ido a beneficiar a diversas entidades al margen de las universidades. Vemos cómo se está dando ya el paso del dinero público al sector privado.

No es de extrañar, por tanto, que esos 125 millones vayan al sector privado, quizá dejando por el camino alguna medida estética.

¿Qué consecuencias tendrán estos recortes?

Como podemos ver, sobretodo estas universidades en situación precaria, podrían verse inmersas en un proceso de privatización, fusión o disminución de plazas, grados etc.

Si el profesorado estaba cada vez más precarizado esta tendencia puede agravarse, en miras al beneficio empresarial a través de lo público, como se ha podido observar anteriormente con algunos ejemplos. Esto repercutirá en la calidad de la enseñanza claramente, donde parte del alumnado puede echarle la culpa al profesor individual y no a un sistema que lo condena a la precariedad, a la poca formación y a trabajar en beneficio de entidades privadas, al menos, indirectamente.

La bonificación del 99% causaría mucho revuelo si fuera eliminada, pero también existe la posibilidad de ello. En otros recortes y decretos anteriores a nivel estatal hemos visto cómo se combinaba la disminución de presupuesto para las universidades y el aumento de la carga de trabajo del profesorado, además de en la docencia también en la investigación. Si un profesor tiene que atender más a más alumnado e investigar más, la atención individualizada y el tiempo de formación disminuirán.

La disminución de presupuesto podría incrementar el precio de los másters, los cuales están menos regulados al ser de carácter privado, ya que las subvenciones que reciben se podrían disminuir (sin ya entrar en que traspasar dinero público al sector privado, por mucho que sea para un servicio de educación, no es progresista, los másters deberían ser públicos).

La privatización de ciertos grados provocará la inaccesibilidad a los mismos, y por tanto, se fomentará una élite académica procedente de familias adineradas, se hará cada vez más inaccesible el conocimiento y la formación superiores.

También hemos visto cómo han desaparecido muchos programas educativos con tal de ahorrar o se han degradado los derechos de los profesores, por ejemplo las bajas, que han reducido su cobertura.

Aprender de 2019, golpear en 2020

En 2019 tras el primer recorte de 40 millones, vimos dos movilizaciones solo en Sevilla, en la primera participaron la CES, Sindicato de Estudiantes, los Círculos Marxistas Universitarios (plataforma de la Corriente Marxista Internacional) y Frente Obrero, en la segunda, sin embargo participaron menos colectivos (CMU, CES y SE), pero acudió más gente y mucho más combativa, en la manifestación entre consigna y consigna, parecía que había miles, lo más combativo de Sevilla estaba ahí, y no solo de Sevilla, vinieron personas por ejemplo de la UCO y de otras universidades de Andalucía.

Lo que nosotros desde los CMU planteamos fue el frente único de todos los estudiantes, en un intento de recordar lo que intentó ser el movimiento del 3D (la manifestación fue el mismo día), ya que, ya no era que venía el trifachito y podía hacer algo contra nuestros derechos, era que ya se había consumado el hecho: un brutal recorte que ponía en peligro el derecho a la educación.

Los CMU fueron rechazados unánimemente por la votación de la CES (a saber a quien se le permitió votar), sin embargo con las escasas fuerzas que tuvimos seguimos adelante, seguimos haciendo repartos explicando el recorte, como hicimos previamente a la manifestación, pusimos mesa en la universidad etc.

Lo que hay que aprender de 2019 de cara a 2020, es dejar las divisiones sectarias desde arriba a un lado y hacer un proceso de base de cara al frente único, con la máxima libertad de crítica y la capacidad de agitación y propaganda propias. Poner todo el esfuerzo de los estudiantes organizado en un mismo frente ahorraría mucho trabajo y permitiría llegar a mucha más gente e ir clase por clase explicando la necesidad de luchar, en vez de quejarse de que el alumnado no va a las asambleas (si es que se hacen), en las cuales en casi ninguna facultad, las organizaciones con competencias han hecho algo (hay excepciones como Psicología y Biología).

La unidad de lucha, es una necesidad del movimiento, golpear todos en un mismo punto de cara a tumbar los recortes.

 

Referencias:

https://amp.laopiniondemalaga.es/andalucia/2020/06/10/convocan-protestas-recorte-135-millones/1171105.html

https://elpais.com/sociedad/2020-05-22/la-junta-andaluza-recorta-135-millones-a-las-universidades-un-10-de-su-presupuesto.html#:

https://twitter.com/CMUSevilla/status/1196895629533949952

https://fe.ccoo.es/161363c275ee3d8e5c1de5b2d69be34d000063.pdf

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