Movimiento Obrero
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Tras 9 días de huelga en el sector del metal en Cádiz, patronal y sindicatos (CCOO y UGT) se sentaban de nuevo en la mesa de negociación con el objetivo de llegar a un acuerdo y poner fin a la huelga indefinida iniciada por la renovación del convenio colectivo.

Dicha reunión finalizó con un preacuerdo en el que se establece una subida salarial del 2%  en 2021, 2022 y 2023, que frente a una inflación interanual en 2021 del 5,4%, significa que no se garantizará el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios. Según el acuerdo, del desfase entre la subida salarial y el IPC real sólo se recuperará el 80%, lo que implica una pérdida efectiva de poder adquisitivo y por tanto una degradación en las condiciones de vida de miles de familias obreras. Para colmo, este desfase entre la subida del 2% y el IPC real sólo afectaría a la plantilla indefinida, los eventuales como máximo solo subirán los salarios un 2%.

Preacuerdo metal Cádiz - Subidas salariales

En el acuerdo no se menciona nada de mejorar otros aspectos de las condiciones laborales ni del incumplimiento sistemáticos de los convenios anteriores en cuanto a temporalidad, horas extras, incumplimiento de descansos y vacaciones, etc.

Hay que decir que horas antes se había conocido la firma por parte de CCOO, UGT y la patronal de un infame acuerdo en el Metal de Sevilla con subidas del 1,5%, 1,6% y 1,8% para 2021, 2022 y 2023 que actuó como un mazazo para los trabajadores de Cádiz ayer por la tarde. Queda ahora clara la maniobra de utilizar este acuerdo regresivo en Sevilla como una manera de preparar el terreno para el acuerdo en Cádiz sólo unas horas después.

Una vez firmado por los representantes en la mesa de negociación (CCOO y UGT), el preacuerdo del metal de Cádiz quedó a la espera de ser ratificado por los trabajadores. En realidad, ni siquiera se ha propuesto que sea ratificado por los trabajadores mismos, sino por una asamblea de delegados sindicales de UGT y CCOO. Sólo después de eso, se han realizado asambleas en las grandes empresas, como Navantia y otras, durante el turno de mañana, donde la ratificación ha sido mayoritaria. Esto no debe sorprender, a los trabajadores se los ha abandonado a su suerte por unos aparatos sindicales que bajaron los brazos sin consultarles. Ante la incertidumbre de cómo continuar la lucha sin una dirección al frente, y comiéndose su rabia por dentro, este resultado era inevitable. La Coordinadora de Trabajadores del Metal, que agrupa a los trabajadores eventuales, y la CGT han hecho un llamamiento a mantener la huelga y a votar en contra del preacuerdo. Nos sumamos a este llamamiento. Hay que mantener la lucha, los trabajadores del metal de Cádiz no han luchado como leones, perdiendo entre 300 y 600 euros en salarios, para que las cúpulas sindicales se hayan rendido ante un acuerdo que queda muy lejos de las reivindicaciones iniciales de los trabajadores.

Los trabajadores en huelga han demostrado de sobra determinación suficiente para mantener la huelga hasta la victoria final. No estaban solos en su lucha. Junto a ellos se han movilizado buena parte de la clase trabajadora gaditana, se han convocado concentraciones de apoyo en decenas de ciudades de todo el Estado Español, se han recibido videos de apoyo desde otros comités de empresa, incluso de otros países, y en estos momentos hay una caja de resistencia de más de 30.000€. Y todo esto, sin la participación ni la implicación de CCOO y UGT para mayor vergüenza de sus dirigentes.

Los trabajadores del metal de Cádiz en su lucha por no perder poder adquisitivo y mejorar sus condiciones laborales se han convertido en un referente para la clase trabajadora del Estado Español. Ni las tanquetas, ni las pelotas de goma, ni los gases lacrimógenos han frenado la lucha por su futuro. No deberían ser las direcciones de CCOO y UGT quienes pongan fin a las aspiraciones de la clase trabajadora en lucha por sus condiciones laborales, pactando con la patronal a espalda de los trabajadores.

Exigimos que las direcciones de CCOO y UGT den marcha atrás y lancen una verdadera campaña de solidaridad en todo el Estado con cajas de resistencia en cada empresa y que se impliquen con  su enorme aparato en acciones de solidaridad de masas bien organizadas en cada ciudad y capital de provincia, además de hacer confluir las numerosas luchas contra despidos, aumentos de salario y mejores condiciones laborales que están estallando en todo el país.

Ahora más que nunca:

¡NI UN PASO ATRÁS EN LA LUCHA DEL METAL!

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