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Hemos tenido noticia del gravísimo accidente laboral que ha supuesto la pérdida de un ojo de un compañero de Procavi, empresa que subcontrata trabajadores sin darles el necesario período de adaptación y sin asumir debidamente los riesgos laborales, además de contribuir a la precarización del sector.

La sanidad pública y universal española ha sido y es un sistema ejemplo para el mundo porque es un modelo eficaz y equitativo a un coste que nuestra sociedad puede asumir. Pero, ¿qué está pasando? ¿Se está desmantelando nuestra sanidad pública? ¿Por qué aumenta la demanda de la sanidad privada si en paralelo hemos atravesado una gran crisis? ¿Cuáles son sus consecuencias?

Durante la madrugada del jueves al viernes, sobre las 4.15h, un compañero de Arahal que trabaja en el área de matanza, contratado por Randstad Project Services SL, perdió para siempre un ojo. Fue trasladado rápidamente al Virgen del Rocío por la grave situación creada, pero ya sin esperanza alguna de que el trabajador pudiera recuperar la visión en el órgano afectado. Un gancho de los destinados al cuelgue de pavos se lo atravesó, a punto de costarle la propia vida. La empresa ha silenciado el caso y corriendo ha “arreglado” la zona donde ha ocurrido la desgracia que era de prever que ocurriera, dadas las condiciones de trabajo. Han cuidado mucho que la noticia no salte a los medios, pero nuestro deber es dar a conocer la realidad que se vive dentro de la fábrica.

El SINDICATO ANDALUZ DE TRABAJADORES convoca, junto a CCOO y UGT, HUELGA DE 72 horas del 4 al 6 de junio en las subcontratas de Procavi ante la precariedad laboral y el incumplimiento sistemático de los convenios en materia salarial, de prevención, horarios, etc...

El máximo portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, junto a Nadia García Camacho (portavoz y miembro de Comité de Empresa de Procavi-Adecco), apunta que esta es una huelga que llevamos meses preparando entre las plantillas que forman parte de la producción en Procavi, pero que se ha visto desencadenada finalmente tras el triste suceso que ha costado la pérdida de un ojo a un compañero contratado a través de RANDSTAD PROJECT SERVICES SL.

Me llamo Lola Lorenzo y trabajo en el Hospital del Mar de Barcelona desde hace dos años como médica residente (MIR) del servicio de Medicina Interna. El trabajo siempre es en equipo, y las funciones incluyen ver pacientes, revisar y pedir pruebas, revisar y pautar tratamientos y trabajo burocrático como escribir cada día la valoración del paciente, la orientación diagnóstica y el plan, entre otros. Dentro del horario se incluyen también presentaciones y sesiones formativas que generalmente preparamos los MIR. El horario es de las 8 a las 17 horas 5 días a la semana más 4 o 5 guardias al mes en las que se trabaja 24 horas de forma continuada.

Manifestamos nuestra solidaridad y máximo apoyo al compañero que recientemente sufrió la pérdida de un ojo durante su jornada laboral en Procavi. Al mismo tiempo llamamos la atención una vez más sobre las trágicas consecuencias de los ritmos de trabajo y de la ligereza con la que se tratan los temas de seguridad y prevención. Particularmente reseñable es el caso del área de Matanza, actividad cedida a Randstad Project Services. Esta empresa es la que contrató al compañero afectado, que llevaba pocos días incorporado aunque ya bajo la misma presión que los demás. Es bastante clarificadora la actitud de esta empresa, que en ningún momento avisó a los Delegados de Prevención de lo ocurrido, como tampoco la propia Procavi.

Ha sido realmente impresionante ver cómo, a pesar de dificultades como en algunos casos la lluvia o la nieve, los pensionistas han llenado las calles. El movimiento masivo ha tenido lugar en todas las grandes y medianas ciudades del Estado y ha tenido su epicentro en Bilbao donde convocatoria tras convocatoria decenas de miles de manifestantes han expresado de forma unitaria su profundo malestar con el gobierno del Partido Popular, con su decisión de revalorizar las pensiones un  misérrimo 0,25%. Decisión, que contrasta con crecimientos del PIB del 3% los últimos tres años, con las concesiones millonarias a las grandes empresas quebradas, como las autopistas, o al depósito de gas fallido de Baleares, o con la subida del salario a la Policía y la Guardia Civil, o el aumento del presupuesto de Defensa, y la permanencia de una corrupción rampante…