Análisis Político
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El 17 de noviembre fueron rescatados casi 600 náufragos en las costas de las Islas Canarias, el pico de esta crisis migratoria. Esto marca un total (en aumento sin fin) de 18.000 migrantes que han arribado a Canarias este año, y esa cifra no incluye los incontables muertos habidos en una cruzada marítima tan peligrosa. Representa una verdadera crisis humanitaria y el gobierno no parece dispuesto a enfrentarse a ella.

Desde hace 10 años se ha convertido en una cosa normal que cayucos lleguen a la costa de las Canarias de forma regular durante el verano. Cada año la frecuencia de los barcos aumenta. Aunque al inicio de la pandemia hubo una pausa en los cruces debido al cierre total de las fronteras, tanto en el Estado español como en los países del África del Norte, la llegada de migrantes empezó a fluir de nuevo desde la primera semana después del fin del estado de alarma. El nivel de migración específicamente a la isla de Gran Canaria ya es comparable al de la isla griega de Lesbos que recibe tantos refugiados huyendo de la guerra civil en Siria.

La podredumbre total del sistema capitalista ha creado una situación de miseria, pobreza y conflicto en los países excoloniales de donde vienen estas embarcaciones. En septiembre, una gran proporción de los migrantes huyeron de un conflicto sin fin en Malí. Ahora hay muchos senegaleses. De acuerdo con un informe de El Salto Diario, Djibi, un residente de Gran Canaria que llegó en 2006 desde Senegal dijo que: “los jóvenes hacen lo que sea para entrar en Europa esperando que les cambie la vida”. En referencia al peligro del viaje comentó: “si lo has intentado una, dos, o tres veces es que te da igual ya lo que te pueda pasar”. Es decir, la situación en su país es tan grave que arriesgan sus vidas para alcanzar la posibilidad de encontrar un futuro mejor. El saqueo imperialista constante es la causa de la miseria en estos países que deja la migración como la única opción que les queda a millones de personas para intentar vivir dignamente.

Pero cuando llegan no hay oportunidades de empleo. La economía local de las Canarias está basada principalmente en el turismo, una actividad que ha sido paralizada por la pandemia. La mitad de la población activa de las Canarias está o en paro o en ERTEs, y el 62% de los jóvenes no tiene trabajo. Según un informe de Oxfam Intermón, después de Extremadura y Andalucía, las Islas Canarias tienen la tercera tasa de pobreza más alta del Estado español, y estima que podrá alcanzar a 742.867 personas en una situación de pobreza. Esto es totalmente inaceptable y un ejemplo más de la destrucción de la vida normal bajo el capitalismo. No hay inversión sostenible en la economía de las Canarias y los habitantes se sienten abandonados por el gobierno de la península.

El resultado de la falta de recursos económicos para aliviar la dura situación económica de los habitantes de las islas junto con el descontrol del gobierno para afrontar la crisis migratoria es que “sirva de gasolina para los racistas” como bien dijo José Antonio Batista, profesor de Antropología en la Universidad de La Laguna (Los CIE canarios reabren tras la dantesca experiencia de acogida en el muelle de Arguineguín, El Salto). A Txema Santana, integrante de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) le preocupa que haya sentimientos antimigratorios, gente hablando de invasión y de yihadismo (Canarias: epicentro de la Europa fortaleza marca España, El Salto). Hay un aumento en la tensión y el maltrato de los migrantes por parte del gobierno no suaviza esa percepción negativa.

La paradoja de todo esto es que, según ha declarado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migración José Luís Escrivá, la economía del Estado español necesita millones de inmigrantes para salvar el sistema de pensiones. En realidad el Estado español juega el papel de policía de la frontera Sur de la Fortaleza Europa. El Pacto de Migración y Asilo de la UE aprobado el 23 de septiembre enfatizó las tres erres: retención (prevención de migración), rastreamiento (fortalecer las fronteras y perseguir migrantes) y retorno (devolución lo más rápido posible). El viernes 21 de noviembre, Escrivá presentó su plan de habilitar campamentos con refugiados con 7.000 plazas en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura donde internarán a los migrantes con la intención de repatriarlos en vez de permitirlos ir a la península ibérica. Escrivá ha dicho que 90% “son expulsables” esto es pura hipocresía y una contradicción total de lo que ha dicho antes. Demuestra la actitud de la burguesía europea de echar a toda la empobrecida clase obrera de los países excoloniales que vienen con el simple y digno deseo de encontrar empleo. Es importante destacar aquí también que en su política de prevenir la migración el Ministro del Interior, Grande-Marlaska, acaba de visitar Rabat, ya que la mayoría de las embarcaciones salen de las costas marroquíes y del Sáhara Occidental, a fin de que las autoridades marroquíes, a cambio de un módico precio tengan una actitud más activa que hasta el momento. Sin embargo, denunciamos que las mafias en la costa marroquí no actuarían sin la connivencia de los funcionarios y la policía marroquí.
Como marxistas nos oponemos a la creación del campo de refugiados permanente que propone el gobierno en Canarias y exigimos el traslado de los migrantes a la península y al resto de países de Europa según el destino libremente elegido por cada emigrante.

Esa actitud indiferente de la clase dominante hacia los migrantes está reflejada en el tratamiento que reciben cuando arriban a las islas. Al inicio de la pandemia el gobierno cerró los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) por no estar adaptados al COVID-19. Ahora, los ha abierto de nuevo sin ningún trabajo de remodelación. Los migrantes están obligados a dormir en el suelo, solo tienen acceso a baños químicos portátiles y hay escaso seguimiento de los protocolos de asistencia sanitaria, aparte del encierro de menores y enfermos sin atención médica. Si no están alojados en las naves de los CIE están alojados temporalmente en hoteles vacíos por falta de turistas. Como explica Djibi: “eso también puede generar odio, aunque quienes llegan no tengan la culpa”.

Vivimos en un mundo capitalista en crisis, basado en el lucro de unos pocos de millones de multimillonarios y que están dispuestos a hundir a la mayoría de la humanidad en la miseria, con guerras, saqueo, explotación, cambio climático por la depredación de los recursos naturales, etc. Ellos tienen los recursos para dar trabajo, vivienda y salud a todos los seres humanos sobre la tierra, no hay un problema de falta de recursos, sino de injusticia social.

En consecuencia, millones de seres humanos se ven obligados a emigrar para conseguir un futuro: siempre fue así en la historia del capitalismo. Sólo de 2008 a 2014 emigraron al extranjero 200.000 españoles nacidos en la península y en estos 6 años habrán sido varias decenas de miles más. Siguiendo su lógica, los racistas españoles deberían exigir que esos cientos de miles de españoles sean echados a patadas de esos países y devueltos a España. Y no nos vale la excusa barata de que los españoles emigran legalmente, si no pudieran hacerlo, también intentarían emigrar. El ser humano que necesita emigrar lo hace por necesidad, no es más humano emigrar por vías legales, lo que es inhumano es negarle por la fuerza a alguien tener la posibilidad de establecerse en otro lugar donde no se muera de hambre.

Este es un problema irresoluble, mientras exista el capitalismo. No compartimos la posición de Unidas Podemos ni otros en la izquierda que tiene una postura lastimera y que se limitan a pedir fronteras abiertas para los emigrantes. Apoyamos eso, pero no nos quedamos ahí, porque hacerlo favorece la propaganda racista (“Nos van a invadir”, etc.). Tenemos que plantear un programa que demuestre que se puede terminar con las lacras sociales y dar empleo y vivienda a todos: con la expropiación de los ricos y la planificación socialista y democrática de la economía. Al mismo tiempo hay que alentar la revolución socialista en el mundo excolonial, comenzando por África, derribar a los dictadores y corruptos que gobiernan estos países y que son marionetas del imperialismo europeo, y español. Debemos vincular la lucha por el libre tránsito de seres humanos por todo el mundo con la lucha por el socialismo, en casa y en el mundo excolonial oprimido por el imperialismo.

Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]

Para conocer más de “Lucha de Clases”, entra a este enlace

Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí