Análisis Político
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BódaloLa persecución y condena de Andrés Bódalo a tres años y medio de cárcel por una  supuesta agresión que no existió, se enmarca en un plan general de acoso y derribo del movimiento sindical y político que hace sentir amenazado a un régimen cada día más podrido.

BódaloHace unos días, el ministro Montoro lo dijo claro en su intervención, en la que constataba el fracaso del gobierno en el terreno financiero (a pesar de todas las perrerías que han hecho estos años contra los derechos básicos). Dijo, revelando algunas cosas, que “lo importante no es tanto qué gobierno venga sino que comprenda qué compromisos tendrá que afrontar con la política económica".

La burguesía de este país, e internacionalmente, se enfrenta otra vez a la perspectiva de un nuevo colapso económico de su sistema y como siempre su fórmula es cargar todo el peso del mismo sobre las espaldas de la clase trabajadora. Esto significa seguir recortando el salario indirecto que recibimos en forma de servicios públicos (sanidad y educación fundamentalmente). Todo derecho arrancado en el período anterior con tantas luchas tienen que reconvertirlo en una mercancía corriente que tengamos que comprar, quien pueda, claro.

Por otro lado en su plan está seguir abaratando el despido. En esto no se esconde ni el PP ni Ciudadanos, y la dirección del PSOE vacila constantemente. Es una demanda de las grandes empresas porque supone no sólo poder despedir más alegremente sino también una inyección económica inmediata en forma de reducción en sus pasivos contables. Tendrán también que seguir bajando los salarios, aunque esto es un proceso "casi automático” mientras la máximas direcciones sindicales mantengan el camarilleo con el gobierno de turno, alimentado por el "exceso" de mano de obra que el capitalismo no es capaz de poner a funcionar.

Se preparan para una respuesta social

En este contexto saben que se tienen que preparar para una contestación por parte de la población. El crack del 2008 la tuvo con el 15M. También saben que el movimiento no parte del mismo nivel que en el 2011. Ahora tenemos una herramienta política (Podemos) que es observada por sectores amplios de la población como la vía para frenar la ferocidad de las políticas del régimen. Ahora sabemos que no basta con movilizarse para protestar, sino que tenemos que armarnos de un programa de transformación social. Todo esto lo evalúan los estrategas de quienes tienen que aplicar sus amargas recetas.

Pero no se quedan en el análisis sino que inmediatamente pasan a ejecutar la estrategia de golpearnos antes de que surja la contestación general. ¿Cómo lo hacen?. Preparan leyes para legitimar, valga la redundancia, cualquier medida reaccionaria contra el movimiento que puedan tomar de forma inminente y en el futuro. Encarcelan de forma ejemplarizante a compañeros destacados, Bódalo particularmente. Amenazan a través de procesos judiciales a cientos de sindicalistas. Ahogan al SAT con multas por representar una avanzadilla organizada en la contestación social.

Esto es, en mi opinión, lo que hay detrás del encarcelamiento de Bódalo, la ejecución de un plan de choque antes de se reinicie la batalla que ellos mismo provocarán y para la que se preparan.

Un ataque político contra la clase trabajadora

Muchos, cuando analizamos los hechos, nos quedamos atónitos ante las irregularidades del proceso:

¿Cómo es que no se admite a trámite un vídeo donde se ve que Andrés trata de calmar los ánimos el día del incidente?

¿Cómo es que no se tiene en cuenta la declaración de la Guardia Civil que testifica que Andrés no tomó parte de la agresión sino que intentaba calmar los ánimos?

¿Cómo en cambio sí se admite la declaración de un policía municipal ya fallecido?

¿Cómo es que la procuradora tiene un "olvido" (!!) y no presenta el recurso al Supremo a tiempo?

¿Cómo es que se presenta un recurso al Constitucional por desamparo y esto no logra parar la ejecución de la sentencia?

Todos estos hechos escandalosos evidentemente tienen que ser puestos en conocimiento de los trabajadores en general denunciado la realidad de fondo que esconden. Se han llevado a uno de los nuestros, uno de los que dan la cara y se sienten comprometidos hasta el final con la lucha, mientras los chorizos campan a sus anchas y siguen haciendo sus negocios (aunque se tengan que llevar por delante para mantener el paripé a los más desgraciados que son pescados).

Pero no nos debemos extrañar. Ellos tienen su decisión y van para adelante sin detenerse en aspectos secundarios. Los estrategas del capital ya están viendo un adelanto en la reciente huelga de Francia.

Hacerlos retroceder. #Justiciaparabodalo

Están provocando, midiendo y tratando de infundir miedo en el movimiento. Tenemos que responder, masivamente y denunciar todo esto para salir fortalecidos. Tenemos que hacer que el tiro les salga por la culata. Hay que llevar el caso a cada fábrica, a cada centro de estudio, a cada oficina. Los trabajadores que están o han estado recientemente en procesos de lucha serán especialmente sensibles a esto: 061, basureros de Málaga, Airbus, Cocacola, otras plantillas en lucha,…. El hecho de que Toxo haya firmado la petición de indulto es una muestra de la existencia de muchas secciones sindicales (como  la sección sindical de CC.OO. de John Deere) sensibles a este tema y dispuestas a manifestar su solidaridad.

Más organización, más unidad, más extensión.

 

Vídeo de la manifestación en Jódar el pasado día 2 de abril, exigiendo la libertad del compañero Andrés Bódalo:

 

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