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efe 20131021 133854 pa0491 14808 1La corriente Lucha de Clases saluda la derogación de la Doctrina Parot por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Este es un paso adelante contra la arbitrariedad del Estado burgués en la conculcación de los derechos democráticos de los ciudadanos, y de los presos en particular.

efe 20131021 133854 pa0491 14808 1La Doctrina Parot reducía drásticamente los beneficios de redención de penas a los presos de ETA y, en menor medida, a otros delitos violentos de alto impacto mediático. Con esta doctrina, dichas redenciones de pena, vigentes en todo el mundo, no se aplicaban sobre la pena máxima de 30 años o de 40 años en caso de asesinatos múltiples, en el caso del Estado español, sino sobre el total de las condenas que tenía el reo (que podían sumar decenas, cientos o miles de años, según los delitos cometidos), lo que equivalía en la práctica al cumplimiento de la pena máxima de 30 o 40 años sin redención alguna por motivos de trabajo o por otro tipo de actividades laborales, educativas culturales dentro de la cárcel; en abierta discriminación con el resto de presos. El otro tema que motivó la reprobación de este Tribunal fue que la Doctrina Parot, establecida por el Tribunal Supremo en el 2006, con el apoyo del PP y del PSOE, se había aplicado con carácter retroactivo a presos de ETA ya juzgados y culpados antes de esa fecha, lo que no tenía precedentes en el Derecho Penal en ningún país del mundo, salvo en dictaduras, donde se establece que únicamente pueden ser objeto de una legislación posterior siempre que les beneficie y no les perjudique.

Es falsa la percepción transmitida estos días por la derecha y la reaccionaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) sobre el grado de cumplimiento de penas de los presos de ETA. Casi parece que han sido indultados, si hemos de creerles. Cuando en realidad son presos que con la legislación normal deberían haber salido en libertad hace 4, 5 o 6 años. De hecho, el promedio de años que llevan en la cárcel los presos de ETA actualmente afectados por la Doctrina Parot es de 24 años, una presencia efectiva en la cárcel superior en promedio a la de condenados en Europa por delitos similares. Incluso en países donde se aplica la cadena perpetua, como Francia, Gran Bretaña o Alemania, dicha pena es también objeto de redención. El preso de Iparretarrak (organización hermana de ETA en el País Vasco francés), Philippe Bidart, detenido, juzgado y condenado en Francia a dos cadenas perpetuas por el asesinato de 3 gendarmes franceses, salió en libertad condicional tras pasar 19 años en prisión.

Rechazamos la Doctrina Parot, entre otras razones, porque – como todas las leyes represivas aprobadas estos años con la excusa de luchar contra el terrorismo y delitos similares – mañana se aplicará contra los activistas y luchadores obreros y populares en su lucha contra la represión policial y contra la explotación capitalista. Toda la experiencia prueba que toda legislación represiva, y la Doctrina Parot no fue una excepción, es absolutamente permisiva con los terroristas y criminales de extrema derecha, los delincuentes de clase alta, los banqueros y grandes evasores, y con los  jefes policiales y militares represores y responsables de asesinatos políticos. O bien no pisan la cárcel, y si lo hacen es apenas por unas semanas, meses o años. Porque esta gente son parte integrante y defensores de este sistema. Denunciamos, por tanto, la hipocresía social de quienes ahora se rasgan las vestiduras ante la derogación de la Doctrina Parot.

Ya vemos cómo actualmente, se usa y se abusa del código penal para reprimir la justa protesta social – en la lucha contra los desahucios, contra los recortes sociales, en los piquetes – que es caracterizada por los políticos de derecha, los empresarios y la prensa reaccionaria como de “terrorista”. Ha habido jóvenes y trabajadores que han pasado meses en la cárcel de manera completamente ilegal únicamente por participar en manifestaciones pacíficas.

Por lo tanto, no podemos depositar ninguna confianza ni autoridad moral, para que impartan justicia o velen por nuestros derechos democráticos, en esos mismos policías, jueces, fiscales, empresarios y gobiernos que aplastan al pueblo, le quitan sus derechos, lo empujan a la desesperación y a la miseria, y lo apalean.

Ines-Rio-carcel-doctrina-Parot EDIIMA20131022 0971 4También queremos señalar el papel contraproducente jugado por la actividad armada de ETA, que además de ser completamente impotente para derrotar al aparato del Estado español y avanzar en la consecución del derecho de autodeterminación para el pueblo vasco - como ha demostrado su declaración unilateral de cesar definitivamente en su actividad armada hace dos años - ha sido utilizada para justificar la introducción de leyes cada vez más represivas y reaccionarias que no sólo se han utilizado contra ETA sino contra el movimiento obrero y popular de todo el Estado. No es casualidad que uno de los colectivos del entorno de ETA que más firmemente le reclamó a la banda el fin de su actividad armada haya sido justamente el colectivo de presos de ETA.

Rechazamos la actitud interesada de la derecha, de los fascistas y de las asociaciones de víctimas del terrorismo reaccionarias, que claman venganza, cadena perpetua y pena de muerte para los miembros de ETA, mientras que callan ante el terrorismo de la extrema derecha y los crímenes aberrantes del fascismo durante la dictadura franquista y en los primeros años de la llamada Transición. No tienen nada que decir ante el caso del fascista Emilio Hellín, asesino de la activista estudiantil Yolanda González en 1979, por el que sólo pagó 14 años de cárcel, habiendo estado trabajando después para la Policía y la Guardia Civil; o del caso del General de la Guardia Civil Rodríguez Galindo, que fue condenado a 40 años por ordenar los asesinatos de los etarras Lasa y Zabala y enterrar sus cuerpos en cal viva para no dejar rastros, y fue indultado tras pasar solamente 4 años en prisión. Tampoco dicen nada de las decenas de asesinatos de bandas fascistas en el Estado español en los últimos años contra jóvenes de izquierda y que son caratulados por los jueces y fiscales como delincuencia común, y no como actos terroristas; con lo que estos criminales pasan, en el mejor de los casos, unos pocos años en prisión antes de volver a la calle a proseguir con sus acciones terroristas.

Un sistema enfermo, como el capitalismo, basado en el lucro desenfrenado de una minoría de parásitos a costa de la explotación de la mayoría, sustentando en la violencia, las guerras y la opresión de los pueblos, en el fomento del egoísmo y la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás, sólo puede producir comportamientos antisociales, violencia ciega y terrorismo. Ninguna pena de muerte, ninguna cadena perpetua, ningún endurecimiento de penas terminarán con el crimen y los comportamientos bárbaros e irracionales que vemos a diario. La lucha por un mundo humano, basado en la fraternidad, el bienestar común, y la colaboración desinteresada entre los seres humanos es parte de la lucha por terminar con el capitalismo y sus lacras, es la lucha por el socialismo

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